Según un estudio, las instituciones religiosas tienen más participación social que los partidos políticos

Según un estudio, las instituciones religiosas tienen más participación social que los partidos políticos

La directora de la consultora Trespuntozero, Shila Vilker, dialogó con REALPOLITIK sobre el informe que elaboró en conjunto con Taquion denominado “Democracia Viva”. La especialista en comunicación comentó que “hay una función del mundo político que tiene que ver con pacificar la sociedad y no promover la divisiones, creo que hace tiempo no la estaríamos viendo”.

RP.- ¿Cómo surge la idea de hacer este estudio?

Para cualquier analista y consultor político hay una información que es muy coyuntural y de superficie, pero la verdad es que nos interesaba laburar estructuras más profundas de la sociedad argentina como es el comportamiento ante la adhesión al sistema democrático, lo que representa la democracia hoy para el grueso de la sociedad, las deudas de la democracia, etcétera.

Esta información permite pensar con mayor solidez, tratando de entender qué es lo que subyace a la data de coyuntura. Y permite entender matrices de pensamientos o ideologías que subyacen a los modos de entender la democracia que casualmente coinciden con las dos puntas de la grieta, las posturas más duras del kirchnerismo y macrismo. Para un grupo la democracia es igualdad de oportunidades y justicia social, mientras que para otros la matriz cambia y es orden y transparencia.

Son fenómenos muy distintos, muy fuertes, que permiten ver que esa grieta no es solamente un problema de una u otra figura, no es por ejemplo cristinimo versus macrismo. Ahí evidentemente hay una malla conceptual que está operando que es bien distinta, donde las demandas son de otro orden y los modos de entender lo social y el sistema democrático también. Me parece que esta clase de elementos son lo que viene a aportar la muestra que nosotros buscamos.

RP.- ¿Qué pueden destacar como lo más relevante del informe?

Un punto tiene que ver con cuán democráticos nos percibimos a nosotros mismos. Es interesante ahí ver cómo la generación que va de los 30 a los 49 -que es la que de alguna manera vivió la transición democrática- no lo es en términos comportamentales. Y los más jóvenes que en términos observacionales se auto reconocen como menos democráticos, en realidad son más democráticos.

Es que los jóvenes respetan los turnos del habla, se esperan, se escuchan, se dan la palabra; los mayores de 30 no se escuchan, discuten. Después hay otro elemento que surge de tres preguntas, si discutió por política, si dejó de hablar con familiares o amigos por política y si llegó a un caso de violencia física por política. La primera pregunta, cuyo resultado es que siete de cada diez argentinos discutió por política, me parece que es un dato que habla de qué pasa en nuestra mesa, que en lo cotidiano tiene a la política como uno de sus temas centrales.

Hasta ahí una podría decir es que eso es un síntoma de salud democrática porque evidentemente está en el cotidiano. Igualmente algunos dicen que hay que profesionalizarla y tiene que salir de la vida cotidiana de las personas, aunque a mí no me parece.

Ahora creo que hay algo que empezó a generar una nueva fractura social, porque este es un país que está bastante fracturado sólo que ahora se adiciona una fractura política más que es la que nos separa de nuestros hermanos, amigos, parientes y ahí me parece que la cosa empieza a ser mucho más delicada.

Directamente me parece bestial y hasta nos generó una sorpresa a mí a y mi socio que uno de cada diez argentinos haya llegado a situaciones de violencia por motivos políticos.

RP.- ¿No se esperaban esa última cifra?

No, me parece que esa es una cifra muy alta, igual si uno mira está concentrada sobre todo en el sector popular, de menor nivel educativo. Eso de alguna manera ilustra una nueva deuda que tienen la democracia y los gobernantes, hay una función del mundo político que tiene que ver con pacificar la sociedad y no promover las divisiones, creo que hace tiempo no la estaríamos viendo.

Otro dato relevante es la participación de las personas en torno a instituciones y organizaciones religiosas. Se observó que las iglesias, templos, sinagogas son de las instituciones que más participación social generan, con lo cual uno puede mostrar la pregnancia y la importancia de la religión en la vida del argentino y el modo en que esta mueve y organiza gente, personas, pasiones acciones y está por encima de las ONGs, de los espacios o partidos políticos.

Ese es un dato importante. Por ahí ahora se puso un poco de moda teniendo un Papa argentino pero más allá de eso, en la base de la sociedad civil, la religión sigue siendo un operador central capaz de mover voluntades. 

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