Después de visitar el 12 de agosto una casa de mujeres rescatadas de redes de trata de personas con fines de explotación sexual, el 15 de agosto Francisco invitó a pensar “en tantas situaciones dolorosas actuales, en particular a aquellas, de las mujeres oprimidas por el peso de la vida y del drama de la violencia, de las mujeres esclavas de la prepotencia de los poderosos, de las niñas obligadas a trabajos deshumanos, de las mujeres obligadas a rendirse en el cuerpo y en el espíritu a la concupiscencia de los hombres”. Y deseo que  “pueda llegar para ellas el inicio de una vida de paz, de justicia, de amor, en espera del día en el cual finalmente se sentirán tomadas por manos que no las humillan, sino con ternura las levantan y las conducen en el camino de la vida, hasta el cielo”.

El Papa dijo esto en la solemnidad de la Asunción de María al cielo, explicando que la primera en recibir a Jesús niño en sus brazos, es la primera en ser recibida por los brazos de Jesús para entrar en el Reino eterno del Padre. “La entera humanidad, se complace al ver al Señor que se inclina sobre todos los hombres y mujeres, criaturas humildes, para que estén con Él en el cielo –afirmó el Obispo de Roma-.

@jesuitaGuillo