En su recorrido para sumar adhesiones, Roberto Lavagna llega el miércoles a Córdoba para disertar ante empresarios de la Fundación Mediterránea y el objetivo es reunirse con Juan Schiaretti , uno de los armadores de Alternativa Federal.

El gobernador ya adelantó a LA NACION que no tiene "ningún problema" en recibirlo, pero prefirió no hacer comentarios sobre la decisión del exministro de no participar en internas si decide ser candidato.

Por el despacho del cordobés ya pasaron los precandidatos presidenciales del peronismo federal: Juan Manuel Urtubey , con quien tiene diálogo fluido incluso por temas de gestión; Sergio Massa , y Miguel Ángel Pichetto . Hasta ahora, según confirmó este diario, Schiaretti todavía no habló con Lavagna desde que está en campaña para tomar una definición.

"A hoy, con ningún candidato posicionado, el Gringo comparte que la vía es la PASO. Falta mucho y nada está cerrado", afirma un integrante del círculo chico del gobernador.

Schiaretti ve con buenos ojos el acercamiento de Lavagna a Alternativa Federal, pero hasta que no muestre que aporta algo más que su propio nombre entiende que no hay que regalarle la estructura que fueron diseñando los gobernadores. Los armadores políticos del cordobés aseguran que "no tienen nada que ver con la instalación" del exministro a nivel nacional.

El gobernador tiene "totalmente" resuelto no saltar de Córdoba a una candidatura nacional; asumió su rol de ser uno de los impulsores de una tercera vía electoral para octubre y sabe que un "buen" triunfo en la elección provincial de mayo oxigenaría a la fuerza. Desde esa posición de articulador, por el momento, defenderá la interna.

Sus allegados enfatizan que "personalmente" se ocupó de negociar los acercamientos con Margarita Stolbizer y con el socialista Miguel Lifschitz. El santafesino es uno de los puntos en común que tienen con Lavagna, quien también entiende que hay que trabajar en una coalición amplia. Pero los cordobeses subrayan que una estructura "no son fotos, va más allá, y él todavía no la tiene".

¿Cuál sería el aporte desencadenante que podría abrir el camino a una candidatura de Lavagna sin PASO? Por ejemplo -deslizan como si fuera un dato menor-, que tenga el postulante para la gobernación de Buenos Aires.

No lo nombran, pero piensan en Marcelo Tinelli, con quien el exministro almorzó el lunes. Después, el conductor de ShowMatch recorrió con su fundación La Matanza. Tampoco él tiene definido qué hará, pero Lavagna lo habría entusiasmado a seguir a su lado. Entre Tinelli y Schiaretti hay un eslabón común: el consultor político Guillermo Seita. El conductor y el cordobés nunca se reunieron y ni siquiera hablaron telefónicamente, pero habrían tenido contactos indirectos cuando el de Bolívar aspiraba a conducir la AFA.

La mesa chica del peronismo federal tiene plena conciencia de que su gran asignatura pendiente es Buenos Aires, exactamente el distrito donde Cristina Kirchner tiene el núcleo duro de votantes. Schiaretti es de los que entienden que Massa debería concentrarse en esa jurisdicción, pero está convencido de que es "imposible" que se baje de sus aspiraciones presidenciales. Instalar un postulante es una tarea que requiere un tiempo que la fuerza no tiene.

Algunos integrantes de Alternativa Federal barajan otra posibilidad: si en unos 60 días no termina de "cuajar" ninguno de los anotados y Lavagna sigue interesado en ser candidato, se lo podría dejar en ese lugar y que sea el movimiento el que arme la lista de legisladores. En ese último punto ya se consensuó que en todas las provincias la fuerza llevará la misma nómina.