Santos peruanos: “Ayúdanos a ser Iglesia en salida, acercándonos a todos”

Santos peruanos: “Ayúdanos a ser Iglesia en salida, acercándonos a todos”

Oración del Papa Francisco a los santos peruanos

 

El primer Papa americano ha rezado ante las reliquias de los santos peruanos en la Catedral de San Juan Apóstol y Evangelista, en Lima.

A las 10:30 horas, tras visitar el Santuario del Señor de los Milagros en Lima, el Santo Padre ha querido permanecer un momento orando antes los restos de los santos del país: Santa Rosa de Lima, san Martín de Porres, santo Toribio de Mogrovejo, san Francisco Solano y san Juan Macías.

Cerca de 2.500 fieles estaban presentes en el templo catedralicio– informa la Santa Sede– entre los que había sacerdotes, religiosos, seminaristas, miembros de movimientos eclesiales y agentes de pastoral.

El Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne ha acompañado al Pontífice en su visita, y también los sacerdotes del Capítulo de la Catedral Metropolitana.

El Papa Francisco ha rezado una oración delante de las reliquias de estos santos peruanos y ha depositado unas flores ante las urnas de los santos.

Oración del Papa Francisco

Dios y Padre nuestro,

que por medio de Jesucristo

has instituido tu Iglesia

sobre la roca de los Apóstoles,

para que guiada por el Espíritu Santo

sea en el mundo signo e instrumento

de tu amor y misericordia,

te damos gracias por los dones

que has obrado en nuestra Iglesia en Lima.

Te agradecemos de manera especial

la santidad florecida en nuestra tierra.

Nuestra Iglesia arquidiocesana,

fecundada por el trabajo apostólico

de santo Toribio de Mogrovejo;

engrandecida por la oración,

penitencia y caridad de santa Rosa de Lima

y san Martín de Porres;

adornada por el celo misionero

de san Francisco Solano

y el servicio humilde de san Juan Macías;

bendecida por el testimonio de vida cristiana

de otros hermanos fieles al Evangelio,

agradece tu acción en nuestra historia

y te suplica ser fiel a la herencia recibida.

Ayúdanos a ser Iglesia en salida,

acercándonos a todos,

en especial a los menos favorecidos;

enséñanos a ser discípulos misioneros

de Jesucristo, el Señor de los Milagros,

viviendo el amor, buscando la unidad

y practicando la misericordia

para que, protegidos por la intercesión

de Nuestra Señora de la Evangelización,

vivamos y anunciemos al mundo

el gozo del Evangelio.

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