Durante la semana no hay actividad en la iglesia de Huacalera, un templo de arquitectura colonial a cuya entrada se recuerda que allí descarnaron los restos del general Juan Lavalle.Desde el recordatorio histórico hay una galería de árboles que da sombra hasta sus puertas. A su lado, el viejo casco de la Finca Monterrey que hoy es hotel.Este domingo hubo misa, cuando la comunidad celebraba la adquisición de objetos nuevos para el culto. Pasó la celebración y cuando el padre estaba ya de regreso en Tilcara, fue llamado porque recién notaban que faltaban las alarmas y uno de los cuadros parecía haber intentado ser descolgado. No había entradas violadas, por lo que se supone que los malvivientes entraron por el campanario.La hipótesis se comentan con asombro: habrán creído que la alarma era lo de mayor valor, que por cierto no cumplió con su cometido, la habrán desactivado para entrar luego a saquearla o quisieron hacerlo y escucharon un ruido que los alertó, lo seguro es que el sólo faltante es el fallido sistema de seguridad.Con este, aumentan los atentados que viene sufriendo la iglesia local, lamentando ya la desaparición del Cristo del atrio de Tilcara, del que no hubo más noticias tanto como de la Virgen del barrio Mataderos. Los templos católicos de la zona, tanto por el afecto con que los corona la comunidad, como por su antigüedad y el valor cultural de sus piezas, debieran contar con una protección que hasta el momento no parecen haber necesitado.