Ritondo y De Luca las opciones para suceder a Monzó

Ritondo y De Luca las opciones para suceder a Monzó

El presidente de la Cámara de Diputados hablará con Macri de su sucesión durante la gira a India y el sudeste asiático.

 

Emilio Monzó dejará la presidencia de la Cámara de Diputados este año y no buscará su reelección como legislador. Esto obliga a la Casa Rosada a concretar dos movimientos críticos, buscarle un reemplazo para lo que queda del año y definir la sucesión para un eventual segundo mandato de Macri.

 

En un gobierno que está en minoría en el Congreso y aún en el caso de ganar las elecciones de octubre, mantendrá esa condición, es clave ubicar en esa posición a un legislador que pueda tejer acuerdos con el peronismo. Se trata de una habilidad que Monzó ratificó durante sus más de tres años al frente de la Cámara baja.

 

En la Casa Rosada analizan para lo inmediato dos nombres: Nicolás Massot y Luciano Laspina. Ambos son respetados por la oposición y han evitado transitar los andariveles más gurkas del antiperonismo que expresan figuras como Fernando Iglesias, que tanto entusiasman a la Jefatura de Gabinete que conduce Marcos Peña.

 

"Diputados como Iglesias buscan el impacto mediático y quedar bien con Marcos Peña, pero en el Congreso se trata de armar consensos para sacar leyes", explicaron a LPO fuentes al tanto de las negociaciones.

La presidencia de Diputados no se puede designar por decreto, sino que la votan los propios legisladores. Por eso, el nombre que elija la Casa Rosada debe pasar el filtro del peronismo, en sus distintas expresiones.

 

Además, la presidencia de la cámara baja no se puede designar por decreto, sino que la votan los propios legisladores. Por eso, el nombre que elija la Casa Rosada debe pasar el filtro del peronismo, en sus distintas expresiones, algo que Monzó garantizó todos estos años. Por eso, Macri se terminó resignando a dejar de lado su primera opción: la diputada Carmen Polledo.

 

"Hoy el candidato con más chances de suceder a Emilio es Laspina", afirmaron a LPO fuentes del macrismo, que elogian la moderación del presidente de la comisión de Presupuesto. Massot también es muy respetado por su eficaz labor como jefe de bloque, pero el cordobés por adopción prefiere terminar su mandato en esa posición y luego tomarse un tiempo de la política activa. Ya lo habló con Macri.

 

Massot cree que el giro anti peronista que tomó la Casa Rosada no es compatible con el escenario político que deberá afrontar Macri en un segundo mandato, si gana; y antes que polemizar prefiere dar un paso al costado.

 

 

Es tradición en la Cámara de Diputados que sea un bonaerense el presidente, ya que esa provincia tiene por lejos el bloque más numeroso. Hubo excepciones, pero el macrismo no parece inclinado a hacerlo. Por eso los dos nombres que se barajan en alguna medida están vinculados a ese territorio.

En primer lugar en la Casa Rosada analizan postular a Cristian Ritondo como primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires. El ministro de Seguridad de María Eugenia Vidal, proviene del peronismo y es respetado en esa fuerza. Cuando presidió la Legislatura porteña generó importantes consensos con la posición.

 

Ritondo también es mencionado como vice de Vidal, si finalmente el Pro decide no reservarle ese lugar al radicalismo y negarle a Daniel Salvador una nueva oportunidad de ir en la boleta con Vidal.

 

Monzó por su parte preferiría que lo suceda Sebastián García de Luca, el segundo de Rogelio Frigerio y uno de sus históricos colaboradores, al que pretende que incluyan en la boleta de diputados nacionales de la provincia de Buenos Aires.

 

La idea de Monzó, confirmaron a LPO allegados al diputado, es plantearle la opción a Macri durante la gira por la India. "Es el monzoísta más peñista", será el argumento central, para que su hombre pase el filtro del Jefe de Gabinete, dueño d elas decisiones del presidente.

 

García de Luca, como Ritondo, proviene del peronismo y tuvo participación activa en la mayoría de los acuerdos que el Gobierno cerró en el Congreso. Como es natural, mantiene una buena relación con el peronismo federal y el massismo en Diputados, y con los gobernadores del PJ, que tallan fuerte en el Senado.

 

Claro que si la elección se polariza con el kirchnerismo como pretende Marcos Peña, lo más probable es que ese peronismo de centro tienda a desaparecer y aún ganando, Macri deba enfrentar un segundo mandato con un bloque kirchnerista duro de alrededor de cien diputados.

 

Pero claro, la contradicción entre estrategias electorales que permiten ganar y después vuelven casi imposible gobernar, son a esta altura una marca registrada del macrismo.

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