Nadie de su oficina lo afirmó ni lo desminitó pero todo indica que el presidente Reuven Rivlin  firmaría la ley del estado-nación recientemente aprobada, también en el idioma árabe en una aparente protesta contra la legislación, que terminó con el estatus del idioma como una de las lenguas oficiales de Israel.

La promesa informada se produjo en medio de protestas generalizadas contra la ley, que consagra al país como el estado nacional del pueblo judío y que rebajó la lengua árabe de la posición oficial a “especial”, pero también estipuló crípticamente que “esta cláusula no perjudica al estado dado al idioma árabe antes de que esta ley entre en vigor “.

Durante la conferencia, Abu Rass personalmente le pidió a Rivlin que hablara en contra de la ley, y agregó que ha causado “desmoralización” dentro de la comunidad árabe.

Según Abu Rass, al final de la conferencia, el presidente le dijo: “No puedo negarme a firmar la ley, porque entonces tendré que renunciar”. Pero si lo firmo, firmaré en árabe “.

Un vocero de Rivlin rechazó el martes una solicitud del Times of Israel para confirmar o comentar sobre el asunto.

Rivlin se reunió con los jefes de los consejos regionales de la comunidad drusa, quienes también criticaron la ley. Les dijo que “nuestra asociación existe en el núcleo y la base de este estado”.

“Expresé mi opinión durante las discusiones de la Knesset”, agregó. “No tengo dudas de que eres legalmente igual, y debemos asegurarnos de que también te sientas igual”.

La ley del estado-nación que por primera vez consagra a Israel como “el hogar nacional del pueblo judío” y dice que “el derecho de ejercer la autodeterminación nacional en el Estado de Israel es exclusivo del pueblo judío” – ha desatado una grandes críticas de las minorías de Israel, la comunidad internacional y los grupos judíos en el exterior.