“La religión está bajo ataque en el mundo, pero sobrevivirá”

“La religión está bajo ataque en el mundo, pero sobrevivirá”

Lo asegura Russell Nelson, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. En una entrevista con Sergio Rubin, en el marco de su gira sudamericana, el referente religioso habló de la poligamia, el aborto y las redes sociales.

“La religión está hoy bajo ataque en el mundo, pero va a prevalecer”, afirma Russell Nelson, presidente de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, más conocida por la denominación de sus miembros: los mormones. Su Iglesia, una variante del cristianismo, fundada en 1830 por Joseph Smith en los Estados Unidos y con sede en Utah, cuenta con más de 16 millones de fieles. Si bien la mayoría de ellos reside en Norteamérica, sus seguidores en América Latina ya suman unos 4 millones. Russell -un destacado cardiólogo- formuló su vaticinio a Clarín en Montevideo durante la única entrevista que concedió en el marco de una gira sudamericana que incluyó Bolivia, Paraguay, Uruguay y Chile, donde consagró un mega templo antisísmico.

-¿Cuál es la situación de la religión en el mundo? ¿Hay más o menos demanda religiosa?

-En general, la familia está bajo ataque. Y la religión, también. Pero tenemos confianza en que la familia y la religión van a prevalecer. La situación, claro, difiere en cada país. El año pasado estuve en una nación de Asia occidental y como parte de la admisión de entrada tuve que firmar un papel diciendo que yo no llevaba ninguna Biblia ni un libro del mormón (el libro de cabecera de su Iglesia). Tuve que dejar mis libros en el avión y, para ser totalmente respetuoso de las exigencias, borrar las que tenía en mi celular.

-A propósito, ¿las nuevas tecnologías ayudan a vivir la fe o son una distracción?

-Considero que ambas cosas. Para la gente que quiere tener información es una bendición. Pero si se transforma en una adicción no es una bendición. En algunos de mis recientes mensajes invité a los miembros de la Iglesia a hacer un ayuno tecnológico. Ciertamente, no les gusta eso. Pero cuando lo hacen se sienten muy aliviados. Tienen más tiempo para pensar, para orar, para disfrutar de sus familias…

-¿Está retrocediendo la religión en los Estados Unidos? ¿Qué efecto tuvo para las confesiones religiosas la elección de Donald Trump?

-En algunas partes, probablemente sí. En otras está floreciendo y la gente es muy fiel. En cuanto a la otra pregunta, no puedo responder porque tiene connotaciones políticas. Como Iglesia enseñamos a nuestro pueblo a votar según su conciencia. Y lo animamos a participar en el proceso político. Pero como líder religioso no les digo que prefiero a tal hombre o tal mujer.

-¿Pero por el perfil de Trump crece la posibilidad de que comience a revertirse la legalización del aborto en los Estados Unidos?

-Se me dijo que está considerada una norma establecida. Así que no veo que eso sea una posibilidad real. Sin embargo, enseñamos a nuestra gente a tener respeto por la vida desde la concepción hasta la tumba. Como médico yo sé que ese pequeño feto tiene vida. Dos semanas después de la concepción el pequeño corazón comienza a latir. Con fuerza decimos que el cuerpo es algo sagrado. Y que las personas ofenden al Creador cuando interfieren en sus planes. Pero desafortunadamente somos una minoría.

-¿Cuál es su posición respecto a la llamada perspectiva de género, según la cual el sexo no está dado por la biología, sino por la auto percepción?

-Soy un padre de diez hijos. Y abuelo de 57 nietos. Y veo el entusiasmo de los padres cuando reciben el informe del médico sobre si esperan un bebé y lo primero que quieren saber es si es un niño o una niña. Nunca quieren estar ante un signo de pregunta. Nuestra doctrina nos enseña que nosotros, antes de nacer, en ese estado prenatal, éramos hijos e hijas espirituales de padres celestiales y que tras la muerte vamos a resucitar con una restauración perfecta.

-¿Cómo está viviendo la instrumentación de lo religioso para la violencia?

-Las enseñanzas del Señor son muy claras. No debe haber contenciosos ni disputas en la sociedad. Debemos amarnos el uno al otro. El odio, la violencia, el asesinato están en contra de las enseñanzas del Señor.

-¿Qué posición tiene la Iglesia respecto del acceso a armas en los Estados Unidos?

-El control de los armamentos constituye un problema real en todo el mundo. Lo que está pasando en la sociedad es lamentable. Disparos en escuelas, en campus universitarios. Es una gran ofensa a Dios.

-Pero hay un gran lobby que impide restricciones…

-Sí, lo sé. Ese es el motivo por el cual nuestra relación con otras religiones es tan importante. Por caso, con los católicos queremos y tenemos que trabajar juntos para parar toda esta la ola de violencia.

-¿Cuál es la posición de la Iglesia respecto de la inmigración?

-Nosotros enseñamos que hay que desarrollar proyectos de cooperación en lugar de levantar muros o barreras. Fomentamos la cooperación entre países. Queremos que a la gente le vaya bien en su propia tierra y edifique allí el Reino. Pero hoy muchos no encuentran bienestar en su país y emigra.

-¿En qué medida la creencia de que la Iglesia mormona aceptaba inicialmente la poligamia la afectó?

-Si se lee la Biblia se encuentra que hubo épocas en que las familias plurales fueron autorizadas por el Señor. Jacob tuvo cuatro esposas, doce hijos y no sé cuántas hijas. Luego, vino una época en la que eso ya no se permitía. En los primeros tiempos de la Iglesia la poligamia fue aceptada por el Señor. Y fue esencial para que la Iglesia sobreviviera. Pero esa época terminó. Y ahora nos oponemos a la poligamia. De hecho, si un feligrés quiere ser excomulgado, la manera más rápida para lograrlo es ejercer la poligamia.

-Muchos países carecen de libertad religiosa…

-Es verdad. Algunos de ellos están teniendo éxito económicamente con grandes rascacielos, con grandes construcciones. Sin embargo, al reunirme con funcionarios de esos países me dicen que necesitan la fe, los valores, familias fuertes y me piden ayuda. Hay países sin fe que van a querer fe. Los países de la Europa del Este padecían una intolerancia religiosa completa con el comunismo. Cuando colapsó lo primero que pidió la gente es ir a una iglesia porque presintió que se estaba perdiendo el conocimiento de Dios.

-Pero en la Europa más próspera la religión está en retroceso…

-Es cierto. Europa era muy fuerte en materia religiosa y ahora el centro de gravedad del cristianismo se trasladó al hemisferio sur: América Latina, el cono sur de África. Pero las cosas pueden cambiar.

-En definitiva, ¿el mundo del futuro será más o menos religioso?

-Creo que lo religioso continuará creciendo. También crecerá lo irreligioso. Espero que aprendamos a convivir.

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