A rehuir del orgullo y la vanidad y ser dóciles al amor que viene de Dios, para servir a los demás, alentó el Papa

A rehuir del orgullo y la vanidad y ser dóciles al amor que viene de Dios, para servir a los demás, alentó el Papa

En el Ángelus del 5 de noviembre de 2017, basado en las severas críticas que Jesús hace a los escribas y fariseos, mientras que por otro realiza importantes consignas a los cristianos de todos los tiempos, el Francisco criticó a quienes aprovechándose de su autoridad exigen pero no hacen lo que dicen; hacen doble vida.

 

“Esta actitud es un mal ejercicio de la autoridad, que en cambio debería tomar su principal fuerza precisamente del buen ejemplo”.

“Nosotros, los discípulos de Jesús, no debemos buscar títulos de honor, de autoridad o supremacía. Yo les digo que personalmente me duele ver a personas que psicológicamente andan corriendo detrás de los honores. Nosotros, discípulos de Jesús, no debemos hacer esto porque entre nosotros debe haber una actitud sencilla y fraternal. Todos somos hermanos y no debemos dominar a los demás de ninguna manera ni mirarlos de arriba a abajo. No, somos todos hermanos. Si hemos recibido cualidades de nuestro Padre Celestial, debemos ponerlas al servicio de los hermanos, y no aprovecharlas para nuestra satisfacción e interés personal. No debemos considerarnos superiores a los demás; la modestia es esencial para una existencia que quiere estar conforme a las enseñanzas de Jesús, que esmanso y humilde de corazón; y ha venido, no para ser servido, sino para servir”.

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