El rector de la UCA aseguró que “no es imposible” unir a los argentinos

El rector de la UCA aseguró que “no es imposible” unir a los argentinos

El rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), monseñor Víctor Manuel Fernández, aseguró que “no es imposible” unir a los argentinos, aunque reconoció que “sea difícil delinear estrategias para lograrlo”, en el marco de un panel sobre el tema “Hacia una cultura del encuentro en la Argentina” que se desarrolló este miércoles en las instalaciones que la casa de altos estudios tiene en Puerto Madero.

Participaron también la filósofa María Gabriela Rebok, el sociólogo Humberto Podetti y monseñor Juan Guillermo Durán.

El miércoles 12 de octubre, ante más de 900 personas, se realizó en la Pontificia Universidad Católica Argentina (UCA) el panel “Hacia una Cultura del Encuentro en Argentina”, organizado por el Rector de la Universidad y la Cátedra Pontificia. 

Monseñor Víctor Manuel Fernández, rector de la UCA, realizó una síntesis sobre la “cultura del encuentro” en el pensamiento del papa Francisco. Asimismo, se hicieron aportes desde la filosofía y desde el pensamiento latinoamericano; y finalmente se presentó la figura del Negro Manuel como símbolo de esa cultura del encuentro donde hay lugar para todos. 

“Todos valoramos el objetivo de unir a los argentinos, aunque sea difícil delinear estrategias para lograrlo. Sin embargo, no es imposible. Podemos pensar caminos para fomentar el respeto mutuo, la escucha, la integración de todos, la paz social”, expuso el rector de la UCA. 

Monseñor Fernández sostuvo que a esto el papa Francisco lo resume diciendo: “Tenemos que crear una cultura del encuentro” y se refirió a este tema con una exposición dividida en tres partes: en primer lugar, la propuesta de Francisco en Evangelii gaudium, porque allí hay un capítulo que da un lugar muy importante a la paz social. En segundo lugar, el reciente mensaje de Francisco al pueblo argentino (30/09/2016), en el que volvió a hablar de la cultura del encuentro. En tercer lugar, la necesidad de un pacto a partir del reconocimiento del otro: “Se trata de reconocerle al otro el derecho de ser él mismo y de ser diferente. Lo que propone Francisco es un ‘pacto cultural’ que nos lleve a una cultura del encuentro”, afirmó. Texto completo 

Luego expuso la doctora María Gabriela Rebok, filósofa, investigadora del Conicet, de la Academia Nacional de Ciencias de Buenos Aires y docente en la Universidad Nacional de San Martín. Ella hizo aportes desde la filosofía para enriquecer la noción de “cultura del encuentro”. Su propuesta fue crear una nueva cultura en la Argentina que provoque el paso de la violencia en sus diferentes formas al cuidado de los vínculos que nos unen. Para ello analizó distintas dimensiones de la cultura: la relación del sujeto con la naturaleza, con los demás, con lo sagrado y consigo mismo. El cultivo de todas estas dimensiones es camino para la construcción de una cultura del encuentro en la sociedad. 

En tercer lugar disertó Humberto Podetti, director de la Cátedra Libre de Integración Latinoamericana y Caribeña de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Lomas de Zamora. El especialista reflexionó desde el pensamiento y la historia de América Latina, mostrando el encuentro de civilizaciones que se produjo en este continente y el nuevo humanismo de reciprocidad y solidaridad que este encuentro provocó. Después de tomar la figura del mexicano Juan Diego, se refirió a los movimientos independentistas y a los procesos que originaron diversos movimientos populares. Finalmente, tomó algunos ejemplos de diálogo político en la historia argentina reciente. 

Por último, expuso monseñor Juan Guillermo Durán, miembro de la Academia Nacional de Historia y de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas, quien propuso la figura del Negro Manuel como símbolo de la cultura del encuentro que no excluye a nadie. Este esclavo africano que llegó a estas tierras 400 años atrás, adquirió conciencia de su dignidad a partir de su relación con la Virgen de Luján, cuya imagen cuidaba. Poco a poco, se convirtió en una persona muy requerida por los dones que poseía, y quien era un esclavo se convirtió en una persona que pudo desarrollar sus capacidades e integrarse plenamente en la sociedad de su época. 

Informes: www.uca.edu.ar.

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