"Quien con su extraordinaria renuncia condujo a los cardenales a cruzar una vez más el umbral de la (Capilla) Sixtina para elegir frente a la historia a qué manos confiar las llaves, está con todos nosotros, silenciosamente pero más profundamente y conscientemente que todos nosotros, en oración: Espíritu de Dios, que todo penetras-indica!", dijo Lombardi en un editorial de radio Vaticana.
Tras haber indicado al próximo martes como la fecha de la apertura del Cónclave, los cardenales "están listos para afrontar el paso decisivo de la elección del nuevo Papa", destacó el vocero vaticano.
"Las reflexiones efectuadas en las Congregaciones, las informaciones que han intercambiado, los diálogos para llegar a un juicio personal y responsable sobre las personas más indicadas para la gran tarea, han llegado -precisó Lombardi- a una primera fase de maduración".
"A partir del martes esta labor será todavía más comprometedora, visto che con los escrutinios podrá verificarse la 'medida' del consenso que habrá hacia determinadas personas concretas", recordó por otra parte Lombardi.
El futuro Papa "tendrá sobre sus espaldas una responsabilidad sobrehumana. No se trata solamente -añadió- de gobernar bien una institución compleja como la Iglesia, sino de orientar el camino religioso, espiritual y moral de la comunidad de los creyentes más numerosa y difundida en los diferentes continentes".
"El Cónclave -destacó- es un evento que puede ser vivido con serenidad sólo a través de la perspectiva de la fe. Los protagonistas de los precedentes Cónclaves, Papa Wojtyla y Papa Ratzinger, son testimonio de esto".
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