Ratzinger arribó a Castel Gandolfo, el monasterio donde se recluirá

Ratzinger arribó a Castel Gandolfo, el monasterio donde se recluirá
El papa Benedicto XVI, que renunció hoy a la silla de San Pedro, abandonó el Vaticano a las 13.07 hora argentina. Se resguardará de las presiones y la prensa en Castelgandolfo, un castillo del siglo XIII que pertenece al Vaticano.
El papa Benedicto XVI, que renuncia hoy a la silla de San Pedro, abandonó el Vaticano a las 13.07 hora argentina y llegó a Castelgandolfo, su nueva residencia durante los próximos meses.

El helicóptero en el que viajó aterrizó en el helipuerto de la Villa Pontificia, 17 minutos después de despegar del pequeño estado. Allí fue recibido por el cardenal Giuseppe Bertello, presidente del Governatorato del Vaticano (ente que gestiona el pequeño estado, del que depende la Villa Pontificia de Castel Gandolfo), y el arzobispo Giuseppe Sciacca, secretario del Governatorato.

Estaban presentes el obispo de Albano, diócesis a la que pertenece Castel Gandolfo, Marcello Semeraro; el director de la Villa Pontificia, Severio Petrillo; la alcaldesa del pueblo, Milvoa Monachesi, y el párroco, Pietro Diletti.

Desde el helipuerto se trasladó al palacio apostólico, desde cuyo balcón central se asomó a la plaza del pueblo para dirigir unas palabras a los vecinos y fieles reunidos allí para saludarlo.

La nueva residencia de Ratzinger, un castillo del siglo XIII.

La nueva residencia de Ratzinger, un castillo del siglo XIII.

Castelgandolfo es una localidad ubicada a 30 de kilómetros al sur de Roma y se alza en el lado oeste del lago Albano.Debe su nombre a la familia Gandolfi, que estableció sus dominios en esa zona en el siglo XII.

Los Gandolfi mandaron construir el castillo que en el siglo XIII pasó a la familia Savelli y que ésta vendieron a su vez a la Cámara Pontificia en 1596.

Propiedad papal desde entonces, sobre su emplazamiento se construyó el palacio utilizado más tarde como residencia estival pontificia.

El papa Urbano VIII ordenó al restaurador de la basílica de San Pedro, el arquitecto Carlos Maderna, la edificación del palacio, que se llevó a efecto entre 1624 y 1629.

Hoy, el palacio y los jardines ocupan 55 hectáreas de terreno, un territorio más grande que el Vaticano.

En las tres villas que conforman el complejo (el palacio papal, la villa Barberini y otra destinada a administración), trabajan 55 personas, muchas de las cuales viven en el recinto con sus familias.

Además, el complejo de Castelgandolfo contiene el viejo Observatorio Vaticano.

Durante parte del siglo XIX, esta residencia papal permaneció prácticamente abandonada por los avatares políticos que vivió la península itálica. Tras la firma de los acuerdos de Letrán de 1929, que reconocieron la soberanía de la Santa Sede sobre el territorio vaticano y el palacio de Castelgandolfo, Pío XI ordenó la restauración completa de la residencia y de sus jardines.

El palacio recuperó en 1934 su carácter de estancia de descanso del Papa.

Como anécdota, en Castelgandolfo, Clemente XIII firmó la condena de un libro de Rousseau y Clemente XIV decidió la supresión de la Orden de San Ignacio, en 1773. Además, allí fallecieron dos pontífices, Pío XII, en 1858, y Pablo VI, el 6 de agosto de 1978.

El Papa Benedicto residirá allí hasta que finalice la reestructuración de un convento del Vaticano, su hogar definitivo. Se trata de un convento de monjas de clausura llamado ?Mater Ecclesiae?, donde las monjas que acompañarán al Papa el resto de su vida cultivan frutas y verduras ecológicas.

El recinto está situado dentro los jardines del Vaticano y está rodeado de limoneros. Actualmente está siendo restaurado. Fue construido en 1992 por Pablo VI y consta de cuatro plantas.

El edificio tiene una decoración muy sobria, en la que tan sólo resaltan algunas vidrieras artísticas con motivos sacros.

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