“Sin Putin y sin Cirilo”. Fue elegido el Primado de la nueva Iglesia ortodoxa ucraniana

“Sin Putin y sin Cirilo”. Fue elegido el Primado de la nueva Iglesia ortodoxa ucraniana

Es el metropolita Epifanio, brazo derecho del auto-proclamado “Patriarca” Filarete, a la cabeza de una comunidad eclesial que hasta hace pocos meses era considerada una entidad cismática por parte de todas las Iglesias canónicas de la Ortodoxia. El papel del presidente ucraniano Poroshenko

El Primado de la nueva Iglesia ortodoxa ucraniana autocéfala, independiente del Patriarcado de Moscú, es el Metropolita Epifanio Dumenko, hasta ahora encargado de Pereyaslav y Bila Tserkva. Miembro autorizado y candidato apoyado por los obispos del llamado “Patriarcado de Kiev”, comunidad eclesial creada por el anciano Metropolita Filarete que hasta hace pocos meses era considerada una entidad cismática por parte de todas las Iglesias canónicas de la Ortodoxia. Eligió al nuevo Primado el “Concilio de Unificación”, convocado por el Patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I, se llevó a cabo en la catedral de Santa Sofía de Kiev. El anuncio de la elección fue comunicado a la multitud de miles de ucranianos que esperaban fuera de la catedral por el Ministro de la Cultura ucraniano. Después del anuncio, el nuevo Primado salió de la catedral acompañado por el presidente ucraniano, Petro Poroshenko, el presidente del Parlamento ucraniano, Andriy Parubij, y el Metropolita Emanuel de Francia, representante del Patriarcado de Constantinopla.

 

El presidente Poroshenko anunció en su discurso la creación de la «Iglesia ortodoxa local autocéfala de Ucrania», insistiendo en que la nueva Iglesia estará «sin Putin y sin Cirilo» (el Patriarca de Moscú), pero con «Dios y con Ucrania». En su primera intervención ante la plaza llena, el nuevo Primado Epifanio agradeció al presidente Poroshenko por su aportación en la creación de la nueva realidad eclesial e hizo un homenaje al Metropolita Filarete, que se proclamó Patriarca de Kiev en 1995, a quien definió «padre espiritual de todos los ucranianos».

 

En el Concilio de Unificación participaron 192 representantes de las realidades eclesiales ortodoxos presentes en Ucrania, incluidos más de 40 obispos del auto-proclamado “Patriarcado de Kiev” y la docena de obispos de la llamada Iglesia autocéfala ucraniana. Solamente dos de los noventa obispos de la Iglesia ortodoxa ucraniana vinculada con el Patriarcado de Moscú participaron en el Concilio para la creación de la nueva Iglesia ucraniana independiente de la jurisdicción moscovita.

 

Epifanio, de 39 años, nació en la región de Odessa, estudió en la Academia Eclesiástica de Kiev y en la Facultad de Filosofía de Atenas. Fue ordenado hieromonje en 2008. Después se convirtió en el secretario del Patriarca Filarete (se le sigue considerando su brazo derecho). Fue consagrado obispo en 2009 y se convirtió en Metropolita en 2013.

 

La reacción del Patriarcado de Moscú tras la elección de Epifanio no se hizo esperar. El arcipreste Nicolay Balashov, “número dos” del departamento para las relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú, dijo que el Concilio de Unificación era un «encuentro no canónico de individuos, de los cuales algunos cuentan y muchos no cuentan ni siquiera con la legítima ordenación episcopal, bajo la guía de un general laico, el Jefe del Estado, y de un extranjero, que no entiende nada de la lengua local, que eligieron a un “jerarca” no canónico como “Primado”, nada canónico». Añadió que, «para nosotros, este evento no significa absolutamente nada».

 

EL Metropolita Hilario de Volokolamsk, presidente del departamento para las relaciones exteriores del Patriarcado de Moscú, antes de que concluyera el Concilio de Unificación ucraniano recordó que ninguna de las demás Iglesias ortodoxas había enviado mensajes a esa cumbre local. Según Hilario, «el plan del Patriarca Bartolomé de convencer a la Iglesia canónica en Ucrania de participar en la creación de una nueva estructura ha fracasado», y el episcopado vinculado con el Patriarcado de Moscú, «a excepción de dos traidores, ha manifestado unanimidad, firmeza y valentía. El destino del “pseudo-Concilio” de hoy es el mismo de otros encuentro semejantes que se han llevado a cabo en la historia. Sus participantes serán borrados de la memoria histórica de la Iglesia, serán como la paja que el viento se lleva».

 

El Patriarcado ecuménico de Constantinopla, con un comunicado oficial, expresó «alabanzas a Dios» y «gran alegría y satisfacción» por el «positivo resultado del trabajo del Concilio de Unificación, fundamento de la nueva Iglesia ortodoxa autocéfala de Ucrania». Y anunció que el Patriarca ecuménico Bartolomé «invitó a Su Beatitud Epifanio a concelebrar la Divina Liturgia en el Fanar, en la gran fiesta de la Teofanía», para entregarle «el “Tomos” de fundación de la nueva hermana Iglesia autocéfala».

 

El 6 de enero acompañará al nuevo Primado Epifanio a la solemne ocasión (cuando recibirá el “Tomos” de manos de Bartolomé) el presidente ucraniano Poroshenko. Lo anunció él mismo durante el discurso que pronunció fuera de la catedral de Santa Sofía. El 15 de diciembre por la mañana, Poroshenko se dirigió a los que habrían participado en el Concilio de Unificación de esta manera: «Me dirijo directamente a cada uno de ustedes», para recordar «la colosal responsabilidad que pesa sobre ustedes en este momento. El Estado ha hecho todo lo que podía hacer, por su parte. Ahora el futuro de Ucrania, el futuro de nuestra gran nación, de nuestra libertad, de nuestro Estado, de nuestra independencia espiritual depende solo de ustedes».

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