Próvolo: "Si veo un solo hecho, voy a informar", dijo el enviado papal

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El cura cordobés Dante Simón, que investiga a las partes, fue a su vez interrogado por la Justicia. Advirtió que si conoce un caso efectivo de abuso, avisará a la Santa Sede para que proceda.Y advierte que el procesado sería él en caso de querer encubrir.

Un sacerdote que investiga los presuntos abusos sexuales a niños sordos en la provincia de Mendoza brindó el lunes testimonio ante la justicia argentina sobre lo que sabía la Iglesia acerca de los tres religiosos acusados.

El vicario judicial Dante Simón fue citado por el fiscal que investiga los presuntos abusos ocurridos en el Instituto Antonio Próvolo a pedido de abogados de varias de las presuntas 20 víctimas. 

Simón, enviado por el Papa Francisco para investigar la verosimilitud de las denuncias, negó días atrás en declaraciones a The Associated Press que la Iglesia quiera proteger a los curas Nicola Corradi y Horacio Corbacho y a la monja Kosaka Kumiko, detenidos por distintos abusos cometidos hace al menos diez años.

Además están arrestados los exempleados laicos del instituto José Luis Ojeda, Jorge Bordón y Armando Gómez.

"Si alguien me dice que yo fui a cubrir (a los acusados), además de ofender y no probar lo que está diciendo, yo tendría que ser procesado por no cumplir lo que la Iglesia manda, que es la tolerancia cero", señaló Simón, vicario judicial en el arzobispado de la provincia de Córdoba.

El sacerdote cuestionó que tuviera que declarar como testigo al señalar que no conocía bien las denuncias y que está en una "fase preliminar" de la pesquisa.

El vicario permanecerá la semana en Mendoza para procurar entrevistarse con las presuntas víctimas. En marzo visitó y habló con los curas detenidos.

"Si veo un solo hecho (de abuso) voy a informar y que proceda la Santa Sede", agregó Simón. La máxima pena canónica para los abusos es la supresión del estado clerical.

El escándalo en el Provolo se destapó en 2016 cuando una adolescente denunció presuntos abusos sufridos cuando era una niña. A partir de entonces se sucedió una avalancha de denuncias en contra de Corbacho, de 55 años, Corradi, un cura italiano de 82 años que fue el único beneficiado con prisión domiciliaria, y los exempleados del centro.

En los últimos días también quedó bajo arresto Kumiko, acusada de haber facilitado y consentido las presuntas violaciones perpetradas por Corbacho y Corradi, quien ha sido denunciado por los mismos delitos en Italia.

Sergio Salinas, abogado querellante, dijo a AP que Simón debería haber estado al tanto de los antecedentes de Corradi y "dónde estuvo la monja Kumiko" cuando estuvo prófuga un mes antes de entregarse a principios de mayo a la justicia mendocina.

Simón sostiene que no está entre sus responsabilidades "ocuparse" de Kumiko, porque "no es clérigo" y puntualizó que tiene "indicaciones expresas" de investigar a los sacerdotes. También señaló que la superiora de esa monja, de la Congregación de las Hijas de María Santísima del Huerto, es la encargada de saber dónde están en todo momento las religiosas a su cargo.

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