El ex embajador argentino en el Vaticano, Eduardo Valdés, anticipó algunos de los movimientos que el Papa Francisco, de evidente distanciamiento respecto del Gobierno nacional, podría ejecutar en 2017, un año clave para el macrismo, con visita al país incluída.

Durante su participación en el ciclo de debate de QM Noticias, Demasiado Humo, Valdés, cercano a Francisco, afirmó que nota “una embestida contra el Papa por parte de algunos dirigentes políticos” entre los que nombró a la canciller Susana Malcorra y al Jefe de Gabinete, Marcos Peña.

Respecto de este último, recordó la reciente publicación de una carta en la red social Facebook en la que manifestó críticas contra Bergoglio por su intención de entrevistarse con Hebe de Bonafini. “No es casual que al otro día Margarita Barrientos salga a decir que fue hace tres años y no la recibieron, hubo una ofensiva”, afirmó.

En paralelo, Valdés confirmó que buena parte de la dirigencia política del país confluirá este viernes en el patio de la Iglesia San Francisco de Buenos Aires para firmar un documento titulado “Francisco es puente”. “Muchos referentes de distintos sectores, incluso del oficialismo, vamos a firmar un documento bajo el título Francisco es Puente y a hacer un planteo para que el Papa venga lo antes posible a la Argentina”, indicó.

“Creemos que mientras más cerca esté Francisco de Argentina, al revés de la canciller Malcorra, va a estar más el derecho a la tierra, al trabajo y al techo”, añadió.

La idea es, según Valdés, conseguir que el Santo Padre pise suelo patrio en 2017, lo cual sería, a todas luces, negativo para el Gobierno, que estará embarcado en la campaña electoral para las legislativas de ese año.

“Yo trabajo para que el papa venga en 2017, cuando tiene previsto llegar a Brasil para los 300 años de la Virgen de Aparecida. Que haga las ceremonias que correspondan allí y después vengan a Uruguay y a la Argentina, que en algún momento habíamos trabajado esa hipótesis de viaje”, indicó el ex funcionario de Relaciones Exteriores.