"Por primera vez nos están oyendo", dijo el principal denunciante del obispo Juan Barros

Juan Carlos Cruz, uno de los artífices de la denuncia contra el obispo de Osorno, se entrevistó en Nueva York con el arzobispo Charles Scicluna, delegado del Papa para investigar la denuncia. "Fue emocionalmente difícil, pero estoy contento", reconoció.

Juan Carlos Cruz, principal denunciante del obispo chileno Juan Barros, expresó hoy que "por primera vez siento que nos están oyendo" tras reunirse durante tres horas y media en una iglesia de Manhattan, en los Estados Unidos, con el representante papal, el arzobispo Charles Scicluna.

"Fue una reunión larga, emocionalmente difícil, pero estoy muy contento de haber podido hablar con monseñor Scicluna", señaló el periodista, quien junto al médico James Hamilton y el filósofo Andrés Murillo han acusado a Barros de ser cómplice y encubridor de los abusos sexuales del ex párroco de El Bosque (un barrio de Santiago de Chile), Fernando Karadima.

"Por primera vez siento que nos están oyendo", añadió Cruz al relatar que el representante del Vaticano "lloró conmigo cuando le contaba cosas".

El periodista, que vive en Nueva York, aseguró que "sentí su compasión muy grande, que espero que los que van a testificar en Chile sientan lo mismo que he sentido yo".

"Yo le estaba contando situaciones que he vivido yo y que han vivido otros, y se le caían las lágrimas sinceramente. No estaba actuando, se notaba su compasión y su empatía", subrayó con evidente emoción.

Scicluna, designado por el Papa Francisco para investigar las acusaciones en contra de Barros –respaldado por parte de la jerarquía eclesial chilena-, llegará el martes a Santiago donde hasta el viernes 23 de febrero continuará escuchando los testimonios sobre Barros. Se desconoce si se reunirá con el denunciado, quien desde comienzos de mes se encuentra en Santiago.

La situación de Barros se agravó luego que hace tres años fuera designado obispo de Osorno, hecho que dividió a la comunidad católica sureña que rechazó la presencia de un hombre vinculado a Karadima, condenado por la Santa Sede a una vida de penitencia y oración.

El tema, en la escena global

El tema recobró actualidad el mes pasado a raíz de la visita del papa Francisco a Chile, donde pronunció controvertidas declaraciones en torno a Barros, cuya figura se tomó la agenda comunicacional, El pontífice llegó a asegurar que no existía "ni una prueba" en contra del obispo y calificó de "calumnias" las acusaciones en su contra.

Sus palabras fueron un balde de agua fría para los denunciantes de abusos sexuales y para la comunidad de laicos y sacerdotes de Osorno. Pero también impactaron en el Vaticano y en la Pontificia Comisión para la Protección de los Menores.

El presidente de la instancia, cardenal Sean O’Malley –hoy confirmado en su cargo-, criticó las declaraciones de Bergoglio, quien pidió disculpas y luego nombró un representante especial para que investigue las denuncias.

La designación recayó en Charles Scicluna, quien indagara al fundador de Los Legionarios de Cristo, el sacerdote mexicano Marcial Maciel, de quien dejó en evidencia la doble vida y la incompatibilidad con el ejercicio del ministerio.

El futuro de la causa

En Nueva York, Cruz dijo que Scicluna reunirá toda la evidencia y el testimonio de las víctimas en el caso Barros y hablará directamente con el Papa al respecto.

También manifestó que la conversación no era solo sobre Barros, sino también sobre el supuesto papel que jugaron en el encubrimiento otros obispos y cardenales chilenos como Francisco Javier Errázuriz y Ricardo Ezzati. Los cardenales han negado públicamente cualquier fechoría.

Cruz dijo que la reunión fue "emocionalmente agotadora", pero que sintió "la empatía" de Scicluna. E insistió en que otras víctimas deben ser escuchadas, y Scicluna tomó la solicitud en serio. "Hay miles de otras víctimas alrededor del mundo que necesitan ser creídas y escuchadas y reciben el mismo trato y respeto que he recibido hoy", concluyó el periodista

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