El primado de México inauguró el templo porteño de San Juan Diego

El primado de México inauguró el templo porteño de San Juan Diego

Una multitud se concentró el viernes 1° de mayo a metros del Parque Indoamericano para participar de la inauguración y primera misa del templo de San Juan Diego, que presidió el arzobispo primado de México, cardenal Norberto Rivera Carrera. Se homenajeó a los iniciadores de la comunidad parroquial y hubo un especial recuerdo del papa Francisco, quien acompañó la misión en el barrio siendo obispo auxiliar porteño, en 1992. 

En vísperas de la fiesta de san José obrero y del Día del Trabajador, el obispado de San Justo organizó una misa en acción de gracias que se celebró en el atrio de la catedral de los santos Justo y Pastor. La Eucaristía fue presidida por el obispo diocesano, monseñor Eduardo García, y concelebrada por varios sacerdotes, a los que se sumaron cientos de fieles y autoridades políticas, industriales y gremiales. 

Durante la misa, organizada con la colaboración del Foro Obrero Empresarial de La Matanza (Fobem) y la municipalidad, se rezó para que haya trabajo y unidad entre las fuerzas vivas de la sociedad. 

"Pedimos que aquellos que tienen por vocación mirar el bien de todos apuesten a la esperanza para recrear una cultura del trabajo que sea fuente de dignidad", dijo el obispo, quien resaltó la importancia de la unidad y del trabajo digno. 

"El trabajo dignifica cuando, además de ser el medio legítimo del sustento del trabajador y de su familia, es el medio que le permite su desarrollo integral como persona", observó el prelado. 

El obispo también sostuvo que "no sólo el trabajo esclavo es el que se realiza en la ilegalidad, sino también aquel que no permite a los hijos gozar de tiempo con sus padres y fractura las familias". El celebrante insistió en que las personas "no son cosas, ni piezas de una máquina, aunque muchas veces también se funden y se las tira". 

"Pedimos que haya empresarios que apuesten a la esperanza y se arriesguen a invertir para garantizar la ocupación y no pretendan aumentar la rentabilidad, a costa del achicamiento del mercado laboral, que crea nuevos excluidos y más sobrantes", dijo el obispo. 

"Pedimos trabajadores esperanzados y conscientes que luchen por sus derechos, pero que sean responsables de sus obligaciones. Los derechos deben ser respetados y promovidos. Las obligaciones deben ser cumplidas con espíritu de responsabilidad y autoexigencia. Trabajar responsablemente no tiene que ser una carga o un castigo; es la oportunidad de mejorar, de contribuir con la comunidad a la que pertenecemos y de cumplir con nuestra vocación", sostuvo monseñor García. 

El obispo, en otro tramo de su predicación, puso un notable énfasis en la necesidad de combatir las adicciones y el narcotráfico: "Que sea el trabajo, y no la droga, el que marque el ritmo de la vida de nuestro pueblo. Si hoy está entre nosotros y sentimos que ha venido para quedarse, es porque no sólo hay productores, sino también cómplices y quienes hacen la vista gorda traicionando al pueblo y a sus propias familias". 

El Papa entre los trabajadores 

Monseñor García anunció que pedirá al papa Francisco que, en una eventual visita al país, visite el partido de La Matanza y tenga un encuentro con la clase obrera, como lo hizo en 1987 Juan Pablo II. 

El obispo consideró que la presencia del Santo Padre puede ayudar a "reafirmar nuestra vocación trabajadora y constructora de una sociedad que crece por el esfuerzo de todos y cada uno", y advirtió que no desea "una visita que se quede en la foto o en la placa del recuerdo anecdótico", sino "que sea portadora de la bendición de Dios sobre nuestro pueblo que quiere seguir trabajando". 

Monseñor García exhortó al pueblo de Dios a presentar a Francisco "un proyecto en el cual demostremos nuestra vocación por el bien común, nuestras ganas de servir a los más débiles y desamparados de la sociedad". 

"Este será nuestro regalo y nuestra ofrenda pobre para que en las manos de Dios se multiplique en vida buena para muchos hermanos. Ese es nuestro compromiso", dijo el obispo. Por último, se le pidió a san José , patrono de los trabajadores, una bendición y la protección especial para la Patria.

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