Presidenta de la Kehila de Santa Fe: “Nos sentimos relegados por las instituciones centrales”

Presidenta de la Kehila de Santa Fe: “Nos sentimos relegados por las instituciones centrales”

La Cadena Judía de Información Vis a Vis dialogó con Susana Wasilewki, presidenta de la Kehila de Santa Fe, en el Hotel Ros Tower de la ciudad de Rosario, donde se realizó el encuentro Rashei Kehilot, organizado por las tnuot Hejalutz Lamerjav y Habonim Dror.

 

Wasilewki habló del orgullo que le significa haber sido elegida como primera mujer presidenta después de 112 años, las actividades de la escuela integral abierta a la población y fundamentalmente de lo relegados que se sienten con respecto a las instituciones centrales de la comunidad.

¿Desde hace cuánto es presidenta de la Kehila de Santa Fe?

Con mucho honor les quiero contar que desde hace seis meses soy la primera mujer presidente de la comunidad santafesina después de 112 años, aunque vengo trabajando en diferentes cargos desde hace 25 años.

¿Cómo tomó la comunidad que usted sea la primera mujer presidenta?

Fantástico, es por eso que hoy estoy aquí, ya que pude asumir el cargo porque lo tomó muy bien. Yo asumí primero consultando con la familia, ya que ellos saben que el trabajo de Azkanim, que requiere tanto tiempo, uno se lo quita a la familia. Tengo un grupo de gente que trabaja conmigo en la comisión que es fantástico: yo soy la más grande de todos, son chicos jóvenes que llevan a sus chicos a la escuela, son muy participativos. No lograríamos las cosas que ya hicimos si no fuera por ellos.

¿Cuántos judíos hay en la comunidad?

Es una gran pregunta que nosotros también nos hacemos. La comunidad tiene una escuela integral y abierta en la que el 70% de los alumnos son judíos.  Las familias que están comprometidas con la comunidad son aproximadamente 400.

¿Cómo es la actividad de la Kehila en cuanto a sus proyectos y objetivos?

El tener la escuela nos hace estar muy activos, está abierta desde las 7.30 hasta las 16, con los tres niveles (jardín, primaria y secundaria), y a partir de este año contamos con un guía espiritual, que es Fernando Lapiduz. Tanto él como su familia son “un sol”, lo que nos permite organizar los servicios religiosos de los viernes y estudio del Tanaj de los sábados

 

¿Cómo es la relación de la comunidad con las instituciones centrales? ¿Hay encuentros?

No, no hay encuentros. La respuesta sería “ignorada”. Estamos en el interior y parece que no formáramos parte. Yo entiendo que Buenos Aires es muy grande, que es un conglomerado enorme y que hay muchas instituciones, pero nosotros también formamos parte de esas instituciones. Es decir, deberíamos formar parte. Y en ciertas medidas relegadas, nosotros somos los que tenemos que golpear la puerta cada tanto, no es que nos rechazan pero somos nosotros los que tenemos que tomar la iniciativa. No existimos para Buenos Aires. Es el reclamo que hemos recibido de muchas comunidades del interior, sienten que si no van, no empujan, no llegan. No pasa solamente por la necesidad económica, cada uno trata de arreglársela solo como puede, sino por la necesidad de consejeros, por la necesidad de que nos ayuden a organizar actividades, que a lo mejor en Buenos Aires lo tienen más claro, o tal vez ya pasaron por las experiencias por las que nosotros estamos pasando; y además a nivel educativo, sin dudarlo. Necesitaríamos mucho apoyo. Y la presencia de ustedes en el Encuentro del Movimiento Sionista de Hejalutz Lamerjav tiene que ver con eso. Con compartir y tener presencia. Sin quererlo y después de hacer una matriz FODA (Fortalezas, Oportunidades, Debiidades y Amenazas) y de intercambiar con otras comunidades del interior, aunque parezca consuelo, tenemos los mismos problemas. Es decir, lo que nos afecta a nosotros en Santa Fe también pasa en Bahía Blanca, Comodoro Rivadavia y Córdoba, entre otros. Cuando hablamos de las debilidades, las fortalezas, las oportunidades y las amenazas resultaron todos muses parecidas, coincidíamos más allá de las diferencias por la cantidad de población en cada una de ellas.

Comentá la nota