Polémico nombramiento del cura de la parroquia de la Villa Balnearia

Un cura párroco que fue denunciado por casos de abuso sexual de niños en un jardín de infantes de Mar del Plata fue nombrado al frente de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes. La justicia no imputó al párroco acusado por los padres de los chicos y el docente acusado junto al cura fue sobreseído en 2006. 

El nombramiento fue oficializado la semana pasada por la Diócesis de Mar del Plata: el presbítero Alejandro Félix Martínez fue nombrado al frente de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes, en la Villa Balnearia, en reemplazo de José Luis Serre.

Martínez, de 58 años, fue nombrado al frente de la parroquia necochense por el Monseñor Gabriel Mestre el pasado 21-12 a través de la Circular de Cancillería de la Iglesia 029/2017 y aunque  su nombramiento se hará efectivo en marzo, ha dado que hablar.

Sucede que el nuevo párroco de Lourdes tiene un pasado en el que estuvo denunciado por abuso sexual de alumnos de 4 y 5 años de una escuela católica de Mar del Plata, en el jardín de infantes de Nuestra Señora del Camino.

El caso se conoció en 2002, cuando un grupo de padres de la escuela denunció al profesor de educación física Fernando Melo Pacheco, de 37 años, de abusos contra sus hijos. Según constaba en la causa, los chicos sometidos a pericias psicológicas también mencionaban a un "hombre de negro" durante los episodios de abuso, por lo que 13 de las acusaciones apuntaban también contra el cura párroco de la escuela, que en ese momento era Alejandro Félix Martínez.

Martínez nunca fue llamado a declarar ni resultó imputado en el caso y todas las acusaciones recayeron directamente sobre el profesor Melo Pacheco.

“El cura estaba denunciado pero nunca fue citado. Es verdad, por lo tanto, que nunca estuvo imputado, pero porque nunca fue citado", explicó Claudia, una de las madres denunciantes en declaraciones al portal de General Madariaga "El Mensajero", que recoge el portal local NDEN.

"Hizo la pericia psicológica oficial, que le dio que era apto para cometer los hechos por los cuales fue denunciado. ¿No es raro que si te denuncian de algo tan grave no se haya presentado a declarar por voluntad propia?", expresó la denunciante. "Sin embargo, esperó que se duerma la causa y se diese la prescripción por inacción penal. Las denuncias contra el cura se hicieron en 2003, porque el abogado nos había dicho que convenía esperar".

La madre de una de las víctimas sostuvo al diario de Madariaga que "en el juicio, Martínez declaró que tenía una relación empleado-empleador con Melo Pacheco. En cambio, Melo Pacheco declaró que Martínez era su guía espiritual, sobre todo a partir de las denuncias. Según Martínez no se conocían, sin embargo desde que se supo lo de las denuncias hubo cien horas de entrecruzamientos de llamadas entre los dos, sobre todo a altas horas de la madrugada. Eso lo sacó a la luz una comisión investigadora que vino de La Plata, a cargo del comisario mayor Costa”.

Entre muchas irregularidades, finalmente el Tribunal Oral en lo Criminal N° 1 resolvió la absolución del docente y ordenó procesar por "falso testimonio" y"lesiones culposas" a una psicóloga que trabajó en las pericias de los chicos en forma privada. Según los jueces, la doctora Ana María Birades"coconstruyó" el relato de los menores, y provocó "afectación psicofísica" en ellos. La psicóloga Adriana Vitale, perito oficial, fue procesada por "incumplimiento de los deberes de funcionario público".

El fallo

Durante el juicio, los jueces visitaron dos veces la escuela. Según concluyeron, en ese cuartito, un lugar donde se guardan artículos de limpieza, partes de escenografía y colchonetas "no pudieron ocurrir" los abusos denunciados.

"Se asemeja a un despropósito que diez o más personas (refiriéndose a docentes y autoridades del colegio) decidieran poner en riesgo su vida, su honra, su trabajo, para que el profesor de educación física diera rienda suelta a los más bajos instintos", dijo el juez Deleonardis.

Al analizar cada caso, el Tribunal  consideró que entre los testimonios de los chicos y el de sus padres hubo "contradicciones" y que "no se correspondían".

El docente acusado pasó dos meses y medio detenido y luego permaneció cerca de tres años con prisión domiciliaria hasta que se resolvió el caso.

El 28 de marzo de 2006 los tres jueces lo hallaron inocente. El juez Martinelli dijo en su voto "casi tres años y medio insumió la sustanciación de este proceso, con el acusado privado de su libertad. Pues bien, llego la hora de la verdad, pero no de la verdad de Doña Rosa, o de ciertos opinólogos carentes de todo rigor científico como día antes, sino la verdad conforme lo alegado y probado. Y en esto tengo que decir que me resulta muy lamentable todo lo ocurrido".

Aunque el caso fue resuelto por la justicia tras un juicio que duró 3 años y medio, la absolución del docente y la no imputación del cura párroco dejaron un sabor amargo en la boca de algunos de los padres, que aún mantienen vivas sus sospechas de que hubo alguna clase de injerencia del poder eclesiástico en la decisión de los magistrados.

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