“Pobres y sobrios: así se anuncia el Evangelio, no como divos de gira”

“Pobres y sobrios: así se anuncia el Evangelio, no como divos de gira”

Durante el Ángelus de hoy, Francisco indicó el «estilo» de la misión: «Ningún cristiano evangeliza “por cuenta propia”», Jesús nos envía «sin apoyos y sin favores»

Libres y ligeros, no «managers omnipotentes», «funcionarios inamovibles» o «divos de gira». Es así como se anuncia el Evangelio, según el mandato de Cristo, que envía a sus discípulos pidiéndoles «pobreza de medios» y «un criterio de sobriedad». En el Ángelus de este domingo, el Papa reflexionó con 15 mil fieles reunidos en la Plaza San Pedro sobre el pasaje evangélico en el que Jesús envía a los Doce en misión: Cristo «los convoca nuevamente», para mandarlos de dos en dos» a las aldeas a las que Él se estaba por dirigir. «Es una especie de entrenamiento de lo que estarán llamados a hacer después de la Resurrección del Señor con la potencia del Espíritu Santo», observó Francisco. 

  

Evidenció en particular el «estilo del misionero», que se puede resumir en dos puntos: «la misión tiene un centro; la misión tiene un rostro». El centro es, precisamente, «la persona de Jesús», recordó el Pontífice. La serie de verbos utilizados en la narración en la que Él es el sujeto («llamó a sí», «ordenó», «les decía») dejan claro que el ir y la acción de los discípulos es como «la irradiación de un centro», la presencia y la obra de Jesús «en su acción misionera». 

  

Francisco explicó que el evangelista se detiene en el «estilo del misionero», cuyo centro es Jesús y cuyo rostro es la pobreza de los medios. El Santo Padre afirmó asimismo que este episodio nos implica también a nosotros, y no sólo a los sacerdotes, sino a todos los bautizados, llamados a testimoniar, en los diversos ambientes de su vida, el Evangelio de Cristo. 

  

«El bastón y las sandalias – recordó Francisco – son la dotación de los peregrinos», puesto que así son los mensajeros del reino de Dios, quien quiere que vayamos por el mundo predicando libres y ligeros. Por eso afirmó que los misioneros no son «managers omnipotentes, ni funcionarios inamovibles o divos de gira». 

De manera que también para nosotros esta misión es auténtica sólo a partir de su centro inmutable que es Jesús. Y añadió que no se trata de una iniciativa individual de los fieles o de los grupos, puesto que es la misión de la Iglesia, unida inseparablemente a su Señor. De manera que ningún cristiano anuncia el Evangelio «por cuenta propia», sino sólo enviado por la Iglesia «que ha recibido el mandato del mismo Cristo». 

  

El Papa también saludó a los fieles y peregrinos procedentes de Italia y de otros países, entre los cuales a un grupo de jóvenes polacos de la Diócesis de Pelplin, que participan en un curso de ejercicios espirituales en Asís. A todos, como acostumbra, deseó feliz domingo y buen almuerzo; a la vez que reiteró que no se olvidaran de rezar por él.  

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