"La DAIA no está a disposición de nadie, solo de la comunidad judía argentina", resalta Jorge Knoblovits, flamante presidente de la DAIA, el brazo político de la comunidad judía en la Argentina. Reemplazará a Ariel Cohen Sabban, quien debió dejar al cargo después de la denuncia por acoso que realizó Esmeralda Mitre.

 

A pesar de que su lista estuvo integrada mayoritariamente por no ortodoxos, Knoblovits no le cierra las puertas a nadie: "nosotros gobernamos para todos los judíos y no solo para los que nos votaron", asegura a LPO en la primera entrevista que brinda después del triunfo que lo depositará en la presidencia de la DAIA dentro de pocas semanas.

 

Las elecciones serán recordadas porque tuvieron récord de participación institucional, porque se realizaron fuera de la AMIA y porque el opositor Agustín Zbar realizó todo tipo de tretas para evitar la votación y hasta se animó a predecir el final de la institución una vez consumada su derrota.

 

 

 

Algunos sostienen que Zbar intentó boicotear a la DAIA como espacio de representación de la comunidad, ¿comparte la idea?

 

Se puede pensar así si uno analiza el tuit de Agustín Zbar donde dice que la DAIA va a "empezar a perecer". Creo que fue el producto de una noche complicada para todos y Zbar no piensa eso. Todos estuvimos con ánimos muy complicados y Agustín luego reconoció que la AMIA integra la DAIA y que cada institución tiene su incumbencia. No tiene por qué perecer la DAIA y él lo sabe.

 

 

 

Las elecciones se realizaron fuera del edificio de la AMIA por primera vez en la historia, ¿qué sucedió?

 

Me parece que está bien, que le da independencia. Este ámbito era más cómodo, fue una elección muy importante: cuando Ariel Cohen Sabban renunció, la conducción saliente tuvo que hacer un esfuerzo enorme para sacar a la DAIA adelante y devolverle el prestigio que la DAIA supo tener. Y lo consiguió: fue una elección histórica porque nunca hubo tantos registrados para votar.

 

Había una situación de deslegitimación de la DAIA para la gente que está institucionalizada en el mundo judío. Lo peor que podía pasar era ganar con 30 votos y sucedió todo lo contrario. Sacarla del salón donde se hacía habitualmente permitió una asamblea multitudinaria, hubiera sido imposible sostenerla en un espacio chico.

 

 

 

¿No es el indicio de una mudanza futura?

 

Es una buena manera de abordar una pregunta complicada. No lo sé. Es público y notorio que tenemos un pedido de retirarnos del edificio, pero es una decisión que ni este presidente ni este consejo directivo van a tomar en soledad.

 

Irse de un edificio comunitario es una decisión política que deben tomar todas las instituciones adheridas a la DAIA y son 128. Si tenemos un pedido formal llamaremos a una asamblea y se resolverá con el voto de todos. Si deciden que nos vayamos, nos iremos y si deciden que nos quedemos, nos quedaremos.

 

 

 

Para los medios "extra comunitarios" no resulta simple caracterizar a las listas que compitieron por la presidencia de la DAIA, ¿cómo las definiría?

 

 

 

Es interesante, es una pregunta fácil y difícil de responder. La fácil sería hablar de la presentación de las listas: una de ellas representa a varios instituciones de la comunidad judía y la otra, la encabezada por Leonardo Jmelnitzky, con algunos miembros de la ortodoxia y otros que no lo eran, provenientes de partidos políticos y organizaciones como colegios, templos, lo que se denomina el "movimiento conservador".

 

 

 

¿Por qué sería ortodoxa entonces?

 

Creo que es una lista que responde a la ortodoxia porque todavía la DAIA es una institución muy presidencialista. Leonardo es una persona muy inteligente, un muy buen voluntario y está muy preparado.

 

Nuestra lista es una lista de unidad, que incluye muchos colegios y muchas instituciones del movimiento conservador y también tratamos de unirnos con gente del mundo de la ortodoxia.

 

 

 

Días atrás se reunió con el Rabino Samuel Levin, referente de la ortodoxia.

 

 

 

La DAIA está por arriba de todos y por más que nuestra lista tenga una importante composición del mundo no ortodoxo, tuve una entrevista con el Rabino Levin, que es el jefe político del Bloque Unido Religioso. Le dije expresamente que nosotros gobernamos para todos los judíos y no solo para los que nos votaron. Tenés que fijarte en la pluralidad del voto, no en la pluralidad de la lista: muchos de los que nos votaron pertenecen a la ortodoxia y eso es una excelente señal. Tuvimos una elección histórica de 83 a 41 y creo que nuestra presentación en sociedad fue "Shalom Bait", que significa "la casa está en orden". Después de una asamblea complicada, farragosa y agresiva logramos a partir del día siguiente estar todos juntos y poner en valor a la DAIA después del cimbronazo que significó la salida de Ariel Cohen Sabban. Eso es algo que no le pasó a la DAIA, sino que le pasó a una persona. En las dos partes había de todo pero el voto plural estuvo de nuestro lado.

 

 

 

 

 

¿Qué posición tiene la lista que encabezó frente a las acusaciones contra los fiscales Eamon Mullen y José Barbaccia, acusados de entorpecer la investigación del atentado a la AMIA?

 

 

 

Estoy aguardando los expedientes judiciales. Continuaremos con la posición tomada por las anteriores comisiones directivas. Es una causa que viene desde hace muchos años, una vez que la abordemos podremos resolver. Es una pregunta pertinente políticamente pero no jurídicamente, porque estamos cerca de una sentencia y ya no hay manera de volver atrás. Tenemos que ser prudentes, la DAIA es una institución de contención y de prudencia: institucionalización de las decisiones.

 

 

 

¿Está bien que los dirigentes comunitarios hagan política partidaria?

 

 

 

¿Cómo lo vas a prohibir? La DAIA es una institución argentina de la sociedad civil y una de las más importantes del país. Si algún dirigente tiene la vocación de militar políticamente no me parece condenable, es más mucha gente llegó a la DAIA después de una militancia partidaria y también puede ser a la inversa. Se toma con beneficio de inventario, como decimos los abogados, sabés de dónde vienen. Todos los que están en la DAIA saben que tienen que pelear con una sola misión, no hay gente que venga con mandatos de terceros. Y si vienen con mandatos asumen la misión que corresponde porque saben que la DAIA es el mundo judío completo. Que quede claro: la DAIA no está a disposición de nadie, solo de la comunidad judía argentina. Y va a ser lo que tenga que hacer para defender la dignidad de su comunidad y de los 17 colectivos discriminados protegidos que la integran.

 

 

 

¿Tiene relación con el macrismo, con el peronismo, con el kirchnerismo?

 

Voy a tenerla con todos, ¿si la pregunta refiera a una relación personal o política? La respuesta es no. Hace muchos años que estoy en la política comunitaria y tengo la ventaja de venir de una institución socio deportiva como el Club Náutico Hacoaj que no tiene ninguna posición política ni es un partido ni un templo. Tenemos otra manera de ver el mundo, no vengo con ningún mandato ni una militancia ni la voy a tener. Mi comunidad y mis hijos me están mirando para ver la independencia que voy a tener.

 

 

 

Después del atentado a la AMIA hubo un quiebre entre asociaciones como Memoria Activa y la conducción de algunas instituciones comunitarias, ¿son posiciones reconciliables?

 

Ojalá. Tenemos que buscar un espacio común para lograrlo y tenemos otra tarea que es ver cómo se impulsa la causa AMIA. Si encontramos el instrumento adecuado vamos a poder compartirlo con todos. Creo que el instrumento adecuado está fundado en el derecho internacional, estamos analizando los instrumentos que puede ofrecernos el derecho internacional, llámese Lockerbie, juzgamiento con jueces argentinos en un sitio donde los iraníes puedan ser procesados para que la causa no esté detenida in eternum y poder determinar que Irán es un estado terrorista en la ONU, cosa que hasta ahora no se ha hecho.

 

 

 

Tenemos la firme convicción en la necesidad de avanzar en la causa porque no puede quedar así. Nos genera impunidad en la Argentina. Atentado a la embajada, AMIA y Alberto Nisman, son las cosas que tenemos que terminar de resolver porque nos hacen pasar vergüenza. La DAIA también debe buscar acercamientos con los familiares de desaparecidos judíos, algo que AMIA ha hecho impecablemente desde 2004. Durante nuestra gestión anterior, como Secretario, no he podido hallar el instrumento adecuado porque nos corrían por izquierda y por derecha. Vi a los familiares la semana pasada en AMIA y vamos a tener una reunión. Es muy importante, necesita una reparación de corazón. Tenemos que entender que tal vez no hicimos todo lo que teníamos que hacer. Tenemos una misión de memoria con ellos, de transmisión. Lo mismo con los soldados de Malvinas.

 

 

 

Hay quienes creen que Alberto Nisman fue asesinado, otros que se suicidó. Las pericias brindan elementos para sostener ambas ideas, ¿piensa que se llegará a la verdad?

 

Sí, se va a saber. Yo pienso que fue asesinado, pero necesitamos la certeza judicial. Espero que se sepa, no podemos no tener esa verdad.

 

 

 

¿El memorándum fue una búsqueda de verdad o de garantizar impunidad?

 

Fue un espanto, una búsqueda de garantizar impunidad. Fue un pésimo instrumento jurídico, lo político correrá por cuenta de quien corresponda, no era materia de opinión de la DAIA. Pero jurídicamente era inadecuado porque violaba principios procesales, los principios de jurisdicción, no tenía ningún sentido. Pensemos en la situación de una declaración de una iraní en Teherán frente a un juez argentino. Si hubiera tenido un rapto de iluminación y de verdad y confesaba el atentado, el juez no hubiera tenido poder de policía para detenerlo.

 

 

 

La DAIA es una organización muy importante y está muy prestigiada. A veces no percibimos que tenemos una organización tan importante. Los que pertenecemos a veces nos sorprendemos de lo que significa para el afuera, tanto para la Argentina como para el exterior. La DAIA es Argentina, no solo Buenos Aires, tenemos que escucharnos y estar todos juntos.