Pese al acercamiento con el Papa, las fricciones con la Iglesia siguen

Pese al acercamiento con el Papa, las fricciones con la Iglesia siguen

Ayer terminó un ciclo de encuentros y desencuentros de la presidenta Cristina Kirchner con la Iglesia en torno a la celebración del Tedeum. A pesar del acercamiento con Francisco, las fricciones con los religiosos en la Argentina no cesaron. Poli pidió paz y progreso para los argentinos.

Bergoglio siempre habló para todos, sin mencionar a alguien en particular. Francisco, como Bergoglio, también habla para todos sin caer en nombres propios porque como suele decir "a quien le quepa el sayo que se lo ponga". Quizá por no comprender esta particularidad retórica del ex primado argentino fue que el matrimonio presidencial decidió innovar en las celebraciones patrias, gesto que la oposición al Gobierno acompañó silenciosamente.

Recién volverían a reencontrarse por primera y última vez en Buenos Aires el año pasado. Allí, Mario Poli demostró –al igual que sus pares en otras diócesis del país- que en la Iglesia existe cierta unidad de discurso a pesar de los matices de cada obispo e hizo presente a Bergoglio recordando que "hoy, o se apuesta por el diálogo, o se apuesta por la cultura del encuentro, o todos perdemos."

A pesar de las "sugerencias" que recibió en las últimas semanas de sectores cercanos al Gobierno para que presidiera el Tedeum en Luján, -y no en Buenos Aires como marca la historia-, el cardenal Poli se mantuvo firme en el respeto por la tradición Patria. En el comienzo de su homilía, aludió a los momentos difíciles de nuestro país: "La Patria atravesó circunstancias dolorosas" a lo largo de los años, de "extrema violencia social" especialmente a comienzos del 2000.

"Nosotros también tenemos la sensación de que Dios está ausente cuando se cierran los caminos" reconoció pero pidió "recuperar la Patria como la imagen de una gran familia" que responda a "nuestras auténticas raíces" argentinas, porque en cada fecha patria se "renueva la pasión por el bien común" y llamó a "ejercitar la política dejando de lado el propio interés".

En este sentido, el arzobispo porteño reconoció que cada vez es más notoria la brecha entre las clases sociales, por eso el llamado a trabajar desde todos los sectores sociales y políticos por una sociedad que sea más justa e inclusiva: "Estamos aquí desde los primeros días de la Patria... el Tedeum es una oración que nos compromete a trabajar por la sociedad política" dijo antes de finalizar su homilía pidiendo "paz y progreso" para el país.

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