El Santo Padre envió sus condolencias por el accidente en Perú, ocurrido el día martes pasado, cuando un autobús precipitó en un abismo, dejando como consecuencia cincuenta y un personas fallecidas y también seis sobrevivientes. El suceso se verificó en Pasamayo, a unos 45 kilómetros de Lima, en un acantilado sobre el Océano Pacífico.

En el telegrama firmado por el cardenal Secretario de Estado Pietro Parolin, el Obispo de Roma se dice “vivamente apenado” por la dolorosa noticia del accidente, y ofrece sufragios por el eterno descanso de los fallecidos. Transmite su más sentido pésame , “junto con expresiones de consuelo a los familiares, así como su cercanía espiritual a los heridos, mientras pide al Señor que derrame sobre todos ellos los dones de la serenidad espiritual y de la esperanza cristiana, en prenda de lo cual imparte de corazón la Bendición Apostólica”