20 personas escriben una carta al Papa

20 personas escriben una carta al Papa

Educadores, periodistas, un cardenal… le comparten sus temores, deseos y sueños

 

Un Papa inesperado, que ha sorprendido, congratulado y exasperado casi por igual”. Es la visión de los editores de un libro que recoge 20 misivas que varias personas han mandado en forma de libro al Papa Francisco.

Desde la editorial San Pablo han querido preguntar a diversas personalidades del ámbito civil y religiosa, vinculadas de un modo u otro a la Iglesia, qué le dirían en estos momentos al Papa Francisco a través del clásico género epistolar.

Son hombres y mujeres, laicos y religiosos, jóvenes y no tan jóvenes, educadores, periodistas, teólogos… que escriben al Papa desde la más absoluta libertad y con una profunda honestidad.

Algunos han elegido la fórmula de pensar que el Papa un día llegará a leer sus palabras. Otros ya dan por hecho que nunca lo hará.

Los 20 coinciden en :

· Constatar la llegar de un tiempo nuevo

· Agradecer los gestos y nuevos estilos de comunicación de Francisco

· Valorar la sencillez, ternura y cercanía pastoral

· Hacerse eco del miedo, la constatación de las resistencias

· Destacar la necesidad del protagonismo de la mujer en la Iglesia

Pepa Torres, teóloga, escribe: “Ha sido sin duda tu iniciativa de encontrarte con los movimientos populares del mundo, escuchar sus luchas y apuestas y sumarte con ellas a la denuncia de la cultura del descarte y al reclamo de las tres T -techo, tierra y trabajo-, lo que nos ha hecho sentirte compañero de camino”.

Luis Fernando Vílchez, exdecano de la Facultad de Educación de la Universidad Complutense, le ha dicho al Papa que “muchos aguardamos que se concreten acciones de mayor calado” y sigue: “Usted no se ha erigido en el juez del mundo, sino que se manifiesta como el padre que ama a los hombres y mujeres que lo pueblan, para alentar, mediar, componer, aportar luz… y reñir si es necesario”.

La presidenta de la Asociación Bíblica Española, Carmen Bernabé, le insta a dar “algún paso que transformara sus gestos en un cambio de estructuras”, y le confiesa que escuchar a las mujeres es necesario en pie de igualdad: “No sirve de nada subir a las mujeres al altar. La mayoría preferimos estar a pie de calle, en pie de igualdad con los varones, también con los que gobiernan la comunidad eclesial”.

Por su parte, Pedro Miguel Lamet, jesuita y escritor, en su carta “Un plus de amor y de ternura”, empieza confesando que no le apetecía escribir una carta al papa, pues “nunca me ha gustado estar demasiado cerca de los superiores”. Y le espeta que “si Cristo volviera, iría a Lampedusa con los inmigrantes, como tú”.

La teóloga Isabel Gómez Acebo le hace saber a Francisco que “su pontificado me ha devuelto la esperanza en que la Iglesia abane sus formas de sociedad medieval y, lo que es más importante, cambie su rostro de madrasta enfurruñada y abra sus brazos, de par en par, imitando la actitud del padre del hijo pródigo. Unos cambios que veo necesarios si queremos que la juventud vuelva a Jesucristo”.

Los autores de estas misivas papales son: José Antonio Pagola, Isabel Cuenca, Francesc Torralba, Juan Arias, Mari Patxi Ayerra, Fernando Vidal, Pepa Torres, Luis González-Carvajal, Miriam Díez, Luis Fernando Vílchez, Carmen Bernabé, Antonio Ávila, Estíbaliz Fraca, Pedro Miguel Lamet, Pedro Zamora, Isabel Gómez Acebo, Padre Ángel, Carmen Pellicer, Sebastián Mora y el cardenal Carlos Amigo Vallejo.

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