El peronismo apunta al acelerado incremento de la deuda bonaerense y los escenarios a 2019

El peronismo apunta al acelerado incremento de la deuda bonaerense y los escenarios a 2019

Un estudio de la deuda contraída por la provincia de Buenos Aires desde la asunción de María Eugenia Vidal sostiene que el aumento supera la barrera del 200 por ciento. El escenario para el segundo semestre y para 2019, con las elecciones de por medio.

La deuda contraída por la provincia de Buenos Aires es uno de los cuestionamientos más repetidos por la oposición bonaerense. Ya sea en las comunas donde conduce el peronismo en sus diferentes vertientes, o en la Legislatura desde todos los bloques de la oposición.

En ese sentido, un informe elaborado por el senador bonaerense de Unidad Ciudadana, Juan Manuel Pignocco, y los economistas Fernando Alvarez, Martín di Bella, y Erica Pinto, reveló que desde la asunción de la gestión de Cambiemos, el incremento fue estrepitoso y los escenarios a futuro no muestran indicios de modificar la postura.

En definitiva, el estudio detalla que el escenario al llegar al gobierno María Eugenia Vidal respondía a un “tesoro vacío pero desendeudándose”. En tanto, si bien reconoce el escenario que “implicaba contar las chirolas milimétricamente” para el pago de la salarios, la deuda “no paraba de reducirse a niveles de los más bajos en los últimos 20 años”.

De esa manera, acusaron al equipo de Cambiemos por la “lamentable” victimización al llegar al poder y por profundizar el conteo de chirolas durante la prolongación de su mandato, incluso con la emisión de deuda ya en circulación.

Con dicho panorama, remarca que “entre el 9 de diciembre y el cierre del ejercicio 2015, el stock de deuda bonaerense creció 30,7 por ciento por dos razones. La decisión de cambio de política cambiaria de Cambiemos y por el auxilio financiero que la Provincia recibió de Nación”.

Asimismo, detalla que “el peor trance estuvo dado por la valuación de la deuda al primer semestre de 201, debido a la depreciación del 54 por ciento del peso”. Así, desde el último día de 2015 y hasta el fin del primer semestre del 2018, el aumento de deuda llega a 217 por ciento.

En tanto, la coyuntura financiera revela que, en este segundo semestre, la Provincia enfrenta un escenario más exigente de vencimientos sumado a una mayor emisión de nuevo endeudamiento. Hasta el momento, la deuda aprobada por la Legislatura ya fue tomada en un 51 por ciento y allí ingresa en el juego el aumento del valor del financiamiento.

En definitiva, el informe del peronismo señala que “al momento la Provincia ha realizado 6 licitaciones de letras del tesoro en 2018, contando con un stock vigente en circulación de $9.497 millones, evidenciando un fuerte encarecimiento de la tasa de colocación de letras y acortamiento de los plazos en las dos últimas licitaciones de mayo y junio del corriente”.

En ese marco, de cara al 2019, año electoral, el estudio advierte que “esta administración (Cambiemos) además de incrementar 217 por ciento la deuda nominal ha dispuesto de fondos adicionales cada año, creciendo por la devolución de los 3 puntos acumulativos de masa coparticipable que iba a la ANSES”. En tanto, sostiene que “si en 2019 otra gestión se hiciera cargo de la Provincia, el reclamo que hará a la gestión actual será la tendencia gravosamente creciente en el incremento de la deuda, la dolarización y el acortamiento de vencimientos”.

“El alto crecimiento de la deuda que pasa del 41 por ciento del presupuesto provincial en 2015 a más del 60 por ciento del presupuesto en el primer semestre de 2018 se explica en una mayor emisión de nuevo endeudamiento y en la profundización a la nominación en moneda y ley extranjera. Los servicios de la deuda crecen unos $13.000 millones adicionales, es decir, más de un 20 por ciento superior a los previstos en el Presupuesto 2018”, detalla el informe elaborado por el equipo economista del peronismo en la Legislatura.

Por último, remarca que “es muy preocupante la tendencia de encarecimiento de la toma de deuda y también es preocupante el acortamiento de plazos de la deuda de 5,4 años en 2015 a 3,9 años en 2017 que continúa reduciéndose en 2018. Son señales de alarma, semáforo amarillo”.

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