Cientos de miles de peregrinos provenientes de los más remotos rincones de la Argentina y delegaciones de los países limítrofes ocuparon cada rincón del "campito" lindero al santuario de la ciudad de San Nicolás para rendir tributo, como lo vienen haciendo desde hace 33 años, a la imagen de Nuestra Señora del Rosario de San Nicolás, para celebrar, rendir tributo y agradecer los dones otorgados por esa Virgen que el 25 de septiembre de 1983 se le apareció por primera vez a una vecina, Gladys Quiroga de Motta, mientras esta rezaba un rosario.

"Es imposible fijar cuánta gente hay porque la llegada de los peregrinos y su paso por el templo para renovar promesas, agradecer dones o efectuar pedidos se viene cumpliendo desde hace tres días en los que la gente se renueva hora tras hora", indicaron ayer a la tarde a LaCapital efectivos de la policía nicoleña destacados en los alrededores del imponente templo levantado en cumplimiento del pedido que Motta habría recibido de la Virgen en una de las apariciones.

PUBLICIDADinRead invented by Teads

Desde la explanada del flanco izquierdo del templo podría apreciarse ayer un mar de cuerpos que, aunque exhaustos en muchos casos por viajes extensísimos, aún tenían la energía para entonar cánticos de adoración a la madre de Dios en los más diversos ritmos y agitar frenéticamente banderas con su imagen. El panorama sólo se interrumpía con la presencia de las unidades sanitarias distribuidas estratégicamente en el predio y algunos móviles de las principales señales de TV nacionales.

Como en cada año, las autoridades montaron un operativo de tránsito y seguridad bastante laxo que pretendió poner cierto orden. Omnibus, minibuses, autos particulares y puestos de venta de todo tipo de artículos ocuparon las calles y veredas y el "campito de la Virgen" fue una colorida síntesis de todas las tonadas provincianas existentes. La jornada comenzó formalmente a las 24 de ayer con una noche de oración que se extendió hasta las seis, hora desde la que, ininterrumpidamente, se celebraron misas hasta las 13.

Mientras la imagen original de la Virgen siguió recibiendo los rezos de agradecimiento y los pedidos de miles de fieles que pacientemente hacían cola para acceder a la urna de cristal ubicada sobre el altar principal, una replica precedida por la imagen del patrono de la ciudad, San Nicolás de Bari, fue trasladada por el pasillo central del templo al exterior, para iniciar una concurrida procesión por las calles de los alrededores.

Tras recorrer un extenso trayecto, y en medio de cánticos, confetti y fuegos artificiales, las imágenes de San Nicolás y de la Virgen reingresaron al predio, en medio emotivas expresiones de fervor y fueron instaladas en la explanada lateral del altar para celebrar la misa central, a cargo de obispo nicoleño Héctor Cardelli.

"A la Virgen no le devolvemos ni una cuarta parte de lo que nos da", dijo Delia, de San Miguel, en el norte del Gran Buenos Aires. "Vengo a agradecer por mis hijos y a pedir por una amiga que no está bien, pero quiero agradecer mucho porque nos da mucho y no le devolvemos nada", señaló.

María Arriaga y Susana Navoni llegaron a San Nicolás desde General Galarza, departamento Gualeguay, en Entre Ríos. "Somos un grupo de 19 personas que nos vivimos en una combi a agradecer lo que la Virgen hizo por nosotros", dijo, sin entrar en detalles.

Un micro, que partió de Comodoro Rivadavia en Chubut, junto a otras 63 personas también llegó ayer al santuario. Walter Currallán, mapuche, vino a agradecer el seguir teniendo trabajo y a pedir por el bienestar de su familia.

Olvido. "El gobierno anterior nos ayudaba, este se olvidó", dijo Leandro, de 47 años, quien llegado de la cercana ciudad de Rojas quiso agradecer por conservar su trabajo, pero no se olvidó de su gente y dijo: "A la Virgen pido por las 85 familias de la ciudad de Rojas, que en los últimos meses perdieron sus fuentes de trabajo.

Para Modesta y su esposo Carlos, el santuario es un escenario conocido. Han estado en 30 de las 33 celebraciones de la aparición de la Virgen. Ellos son de El Jagüel, en Buenos Aires, y en su fervor por la Virgen participan de otras celebraciones. "Hace poco fuimos a Luján y también anduvimos por Corrientes en Itatí", señalan.

En su homilía el obispo Cardelli señaló entre otros conceptos que "el amor no se simula es un don del corazón" y con referencia al lema convocante de la jornada —"María, danos tu misericordia"— consideró que "no la merecemos, pero la necesitamos".

Algunos fieles se quejaron por la falta de higiene en sanitarios así como por cierta desorganización. Algunos comerciantes de souvenires y otros servicios dijeron que se registraba una clara baja en las ventas respecto a años anteriores.