ICOPO SCARAMUZZI - CIUDAD DEL VATICANO

El cardenal australiano George Pell, Prefecto de la Secretaría vaticana para la Economía, aceptó ser interrogado por la policía australiana en el Vaticano en relación con las acusaciones de abusos sexuales contra menores.

Desde hace tiempo la policía del Estado australiano de Victoria investiga sobre actos de pederastia que Pell habría llevado a cabo cuando era un sacerdote en Ballarat, acusación que el purpurado rechazó con decisión.

Las acusaciones fueron formuladas por tres personas, hoy adultas que sostienen haber sufrido abusos sexuales por parte de Pell entre 1978 y 1987.

Ahora, la policía indicó que Pell «participó voluntariamente» en un interrogatorio. Un portavoz del cardenal, refirió «The Guardian», explicó que «el cardenal insiste en su contestación precedente de toda acusación de acuso sexual y seguirá cooperando con la policía de Victoria hasta que acaben las investigaciones». Hace algunos meses, el portavoz aclaró que «el cardenal no quiere crean disgustos en ninguna de las víctimas de abuso, pero afirmar que él hubiera abusado sexualmente de alguien, en algún lugar, y en algún momento de su vida es completamente falso y erróneo».

También hay otra acusación diferente: la de haber ocultado las denuncias de abusos cometidos por otros sacerdotes de Ballarat, cuando Pell era ya obispo auxiliar. Tanto por estas como por las más recientes, el colaborador de Papa Francisco decidió no apelarse a la inmunidad diplomática vaticana y responder a la justicia civil. Por ello en febrero de este año compareció ante la Royal Commission into Institutional Responses to Child Sexual Abuse (Commissione reale sulle Risposte istituzionali agli Abusi sessuali sui Minori), en una video conferencia desde Roma, y ahora frente a la policía de Victoria que se encuentra en el Vaticano.