"La parroquia es la casa de todos y todos están invitados a participar"

Caminos Religiosos fue recibido por Santiago Arriola, cura párroco de la comunidad de San Juan Bautista y Nuestra Señora del Rosario de la ciudad de Mar del Plata, para compartir unas cálidas palabras en el inicio de su labor.

Acá vivo yo” cuenta mientras nos muestra las instalaciones y nos invita a pasar al Templo, Santiago Arriola, el nuevo cura de la parroquia San Juan Bautista y Nuestra Señora del Rosario (San Juan entre Castelli y Alvarado). 

Santiago, de niño, comenzó a participar del Movimiento de Schoenstatt y con alegría recuerda que “nos íbamos de campamento, jugábamos al futbol, hacíamos actividades. Y ahí me enganché”.

Llegada la adolescencia continuaba ligado al movimiento y expresa: “Cuando uno ya era un poco más grande, se hacía cargo de los más chicos animando los grupos y esa responsabilidad te llenaba de entusiasmo”. Como todo adolescente tenía dudas sobre qué hacer con su vida, aunque iba apareciendo algo que lo movía y le gustaba -y gusta- muchísimo: la guitarra.

Soy fanático de Jimi Hendrix. Me gusta el blues y el jazz” indica y recuerda a su maestro de guitarra, Jorge Armani, con quien estudió durante varios años.

Luego llegó la etapa de la inserción laboral y relata que “trabajaba en una oficina de tribunales 6 horas por día, lo que me daba tiempo para dedicarme a la música y seguir participando activamente en la Iglesia”.

Descubriendo la vocación

Pasaron algunos años, y un día, en una jornada del Movimiento “nos plantearon si alguna vez nos habíamos hecho esa pregunta fundamental: ¿Qué sueño tiene Dios para mí? Y yo nunca me lo había preguntado... Ahí se me cruzó por la cabeza: ¿no será que Él quiere que sea cura? Empecé a pensar en eso, pero inicialmente rechazaba la idea porque me daba bastante miedo aquella posibilidad. Aún así, estaba permanentemente en mi cabeza, cada vez con más fuerza. Se abrió una ventana que nunca se había abierto, y empecé a ver algo de mí que no había visto todavía".

Finalmente, decidió entrar al seminario, porque “experimenté que Dios no me pedía solo un fin de semana, un rato de mi tiempo, una actividad o tarea, sino algo más, Él me pedía el corazón. Y eso es lo más difícil de entregar, pero es lo más lindo”

Con una sonrisa cuenta que “mi familia se puso muy contenta cuando tomé la decisión. Tal vez no es la reacción más común, pero en mi caso tuve un apoyo total”.

Estuvo en el Seminario de los Padres de Schoenstatt, y en el Seminario San José de La Plata, y después de un camino de 10 años de formación y discernimiento, fue ordenado sacerdote para la Diócesis de Mar del Plata el 13 de diciembre de 2013.

Tarea pastoral

Antes de ser nombrado cura párroco, era vicario de la Parroquia Padre Pío, donde estuvo 3 años y participó en la pastoral del basural acompañando y asistiendo a las familias que buscan ganarse la vida con los desechos de los demás.

Tan solo 3 meses pasaron desde que asumió al frente de su nueva comunidad ya como cura párroco y expresa “estoy muy contento con esta responsabilidad que se me confía. Es algo lindo y grande acompañar la vida de la comunidad en todas sus dimensiones. La recepción fue muy linda, me sentí muy bien recibido desde el primer momento”.

 

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Realza la tarea de su antesesor, el P Ricardo Delorenzo – que estuvo muchos años a cargo de la comunidad parroquial- y comenta que “la presencia sacerdotal en la comunidad es un regalo, y ahora pudimos acondicionar un lugar dentro de las instalaciones parroquiales para poder vivir acá mismo. Hace muchos años no pasaba y es lindo, da cercanía con la gente del barrio y favorece la disponibilidad”.

Esta cercanía con la gente lo entusiasma y afirma que “me gustaría que la parroquia funcione en el barrio como un centro de contención y crecimiento comunitario. Que cumpla una función social que tiene que ver con nuestra misión como Iglesia a favor del desarrollo íntegro e integral de las personas, es decir, ayudar a la gente a crecer, a desarrollarse, a encontrarse, a vivir bien y cada vez mejor, a través del encuentro con Dios”.

Papa Francisco

“Cuando lo nombraron Papa estaba circunstancialmente en la librería de la UCA, y por ese entonces él era el rector, así que apenas se supo causó una incontenible sorpresa y alegría. Fue una noticia lindísima” recuerda sobre el nombramiento de Jorge Bergolio al frente de la Iglesia.

“El Papa me interpela muchísimo. Me llegan mucho sus miradas, criterios, perspectivas, preguntas, formas de hacer las cosas y cuestionamientos que nos hace, sobretodo a los curas. Y es un orgullo muy grande que sea argentino”.

“Me siento generación Francisco. Nací al ministerio sacerdotal a los pocos meses de haber asumido Francisco y comparto muchísimo su visión de la Iglesia”.

Mensaje

“Espero poder acompañar a la comunidad de la parroquia y al barrio con todo el corazón. Trabajar para que la parroquia sea un espacio abierto a todos, donde todos puedan encontrarse con Dios, con ese Dios de la Vida que nos hace crecer, y que nos hace descubrir y vivir a fondo la belleza y el sentido de la vida. Por eso la parroquia es la casa de todos y todos están invitados a participar activamente en la vida de fe en comunidad.

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