Parolin: “También quien escapa de la pobreza es un migrante forzado”

Parolin: “También quien escapa de la pobreza es un migrante forzado”

El Secretario de Estado vaticano ha explicado que los conflictos disminuyen pero aumentan las víctimas civiles. Demasiados diseños hegemónicos obstaculizan la paz. El Cardenal en agosto en Rusia.

“También quien huye de la pobreza es un migrante forzado y la comunidad internacional debe preguntarse sobre cómo asegurarles la protección que necesitan”. Es lo que ha afirmado el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, durante el encuentro organizado por el Centro Astalli en la Universidad Gregoriana de Roma en ocasión de la Jornada mundial del Refugiado titulado: ’Refugiados: la humanidad no se detiene’. Junto al purpurado estuvieron presentes Ferruccio De Bortoli, padre Federico Lombardi, el presidente del Centro Astalli, padre Camillo Ripamonti. El encuentro fue inaugurado por el actor Marco Baliani y una refugiada venezolana Melanny Hernández leyó un mensaje.  

 

Entre las causas de los grandes flujos migratorios de este momento histórico, el cardenal ha indicado los “oscuros diseños geopolíticos y lazos entre planos hegemónicos, financieros y comerciales, comercio de materias primas y de armas, con el control de la criminalidad, corrupción, violencia y connivencia que los hacen posible; los vínculos jurídicos y económicos no siempre equitativos entre las naciones han contribuido a propagar rápidamente la crisis financiera global”. La persistencia de muchos conflictos con la multiplicación de las víctimas civiles y la pobreza deben considerarse, según Parolin, los dos grandes problemas en el origen de la crisis migratoria, cuya solución sólo puede llegar a nivel mundial, con un papel cada vez mayor de las Naciones Unidas y la comunidad internacional. 

 

El cardenal destacó el mensaje que el Papa lanzó a Europa, el de recuperar una dimensión fundamental del continente, o lo que es lo mismo, saber integrar “aprendiendo a unir las diferentes culturas; la identidad europea ha sido siempre dinámica y multicultural”, un hecho que necesitamos tener presente “para afrontar desafíos y dificultades que se nos presentan”, el objetivo es de hecho, a dicho Parolin, “transformar las diferencias no en conflictos sino en enriquecimientos recíprocos”.  

 

El cardenal recordó que las migraciones son “fuentes de grandes violaciones de derechos humanos”, mientras otro tema –también recordado por parte del padre Lombardi que moderaba el encuentro-- es el debilitamiento de la protección internacional”, además “la acción humanitaria a menudo se desaconseja”, recordó el ex director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, quien añadió: “Lo que está delante de nosotros” para ser un futuro digno deberá ser un futuro “donde la ciudadanía no sea excluyente, sino incluyente y acogedora”. 

 

El cardenal señaló que en los últimos años en realidad “los conflictos están reduciéndose pero aumentan las víctimas civiles, asistimos a conflictos que transcurren con total indiferencia respecto a la vida humana, los conflictos de hoy en día pueden ser menores en número, pero tienen un impacto más profundo sobre los pueblos”, en este sentido recordó el caso de Siria, donde un “asombroso 60% de antes de la guerra ahora se ha movido” y precisamente en relación con la crisis de Siria, la Santa Sede ha pedido específicamente y repetidamente “el cumplimiento de los derechos humanos” dado que hospitales, escuelas, edificios son atacados constantemente y de manera indiscriminada; una situación que ha incrementado el número de refugiados.  

 

“La primera preocupación –ha dicho Parolin-- debe ser la paz, y esto es un deber tradicional de la Santa Sede cuya acción negociadora y diplomática va en esta dirección”, también en las situaciones de crisis más complicadas. 

 

Como en el caso e Venezuela, “donde si bien teníamos conocimiento de las dificultades, la Santa Sede ha trabajado para frenar el conflicto interno” y por otra parte, ha dicho el Secretario de Estado, también el país sudamericano está conociendo el fenómeno de los refugiados, muchos van a Colombia o hacia otras naciones.  

 

Sin embargo, ha dicho Parolin, existen señales de esperanza, entre estas “la creciente conciencia de la interdependencia entre los estados para hacer frente a cuestiones tales como la migración”, y las muestras de solidaridad y generosidad que están surgiendo, porque permanecen las preocupaciones y temores, pero también hay una generosidad muy extendida. 

 

El Secretario de Estado ha recordado haber estado recientemente en Véneto donde se reunió con algunos alcaldes. Éstos le han contado sus miedos y el rechazo a la acogida por parte de distintas comunidades, sentimientos que han sido superados cuando se ha creado la posibilidad de un encuentro directo, de un intercambio personal. El Secretario de Estado vaticano ha destacado que cuando “llegan números elevados de refugiados la gente tiene miedo porque no hay contacto personal” por eso el modelo al que hay que dirigirse es el de la “integración extendida, la acogida extendida”.  

 

Parolin se refería al modelo que Italia está intentado introducir pero que todavía no lo ha conseguido de modo eficaz. que es el de distribuir pequeños grupos de refugiados y migrantes en distintas localidades de la península para no perjudicar excesivamente a comunidades individuales.  

 

Del principio positivo de la acogida extendida ha hablado también De Bortoli.  

 

Al margen del encuentro, respondiendo a los periodistas, Parolin ha explicado que el próximo mes de agosto irá a Moscú para realizar una visita diplomática.  

 

“Estamos viendo si haré una visita a Moscú –ha dicho-- que está en el aire desde hace tiempo. Ahora parece que existen las condiciones para poder realizarla. Creo que también me reuniré con el presidente Putin. Esta visita debería ser de alto nivel, con las autoridades políticas y de la Iglesia ortodoxa”.

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