La legislación, que aumenta las penas para los organizaciones terroristas permite a los tribunales condenar a los líderes de las células terroristas con mayor facilidad, reemplazando una serie de disposiciones de emergencia utilizadas desde el establecimiento del Estado.

De acuerdo con la ley, los que participan directa o indirectamente en la organización de células terroristas podrían enfrentar hasta 25 años de prisión, mientras que los líderes de células terroristas se enfrentarían a una cadena perpetua obligatoria. Los terroristas que utilizan armas químicas, biológicas o radiactivas durante los ataques de armas también se enfrentarían a penas de cadena perpetua obligatorias.

Los terroristas que utilizan armas de fuego o armas utilizadas en oferta para el terror también se enfrentarán a penas de prisión más largas, al igual que las personas que prestan servicios en las capacidades de gestión en las organizaciones terroristas, que podría enfrentar hasta 10 años de prisión.

Las personas que den apoyo financiero a grupos terroristas se enfrentarán a 9 años de prisión, mientras que los que amenazan a cometer ataques terroristas podrían enfrentarse con hasta 7 años. La ley también aumenta el castigo para aquellos que hacen declaraciones públicas de apoyo al terrorismo, elogio público de ataques terroristas podrían enfrentarse con una pena de 3 años.

En virtud de la nueva ley del primer ministro y ministro de Defensa, ahora podrán declarar grupos de organizaciones terroristas, en base a la recomendación de la agencia de seguridad Shin Bet.