Las duras palabras provinieron del titular de la Pastoral Social, monseñor Jorge Lozano, quien dijo que en la pasada década “varios funcionarios (no todos, pero sí los de mayor relevancia) negaban el problema o lo minimizaban”, y recordó que en más de una oportunidad la Iglesia lo señaló.

Para el obispo de Gualeguaychú, “las redes del crimen organizado (narcotráfico, trata de personas, tráfico de armas) han crecido y se han enquistado, en algunos lugares desplazando al Estado o supliendo su ausencia y abandono”. Por eso, calcula que resolver el problema “va a implicar más tiempo y sangre inocente”, pero confía en que “todavía se está a tiempo”. 

Las consideraciones de Lozano cobran relevancia dado que, al momento de lanzar el plan Argentina sin Narcotráfico, el Presidente Macri lo tomó como el ejemplo a imitar.