El Papa viaja a México "como peregrino, no como rey mago"

El Papa viaja a México

Nueve días antes de su visita, envió un mensaje por video a todos los fieles del país

Por Elisabetta Piqué

ROMA.- "Ustedes están viviendo su pedacito de «guerra» entre comillas, su pedacito de sufrimiento, de violencia, de tráfico organizado. Pero voy a México no como un rey mago, sino como un instrumento de paz." En vísperas de su viaje a México, que arranca el viernes de la semana próxima, Francisco envió un mensaje a sus 125 millones de habitantes a través de un video en el que respondió a las expectativas de gente de diversas localidades recogidas por la agencia Notimex.

Ante las primeras preguntas de "¿A qué viene a México? ¿Qué nos viene a traer?", Francisco fue al grano. "Voy a México no como un rey mago cargado de cosas para llevar, mensajes, ideas, soluciones a problemas. Voy a México como un peregrino", contestó.

Ante otra pregunta de cómo podrá con su visita ayudar a enfrentar la violencia que reina en México, admitió que en ese país marcado por el narcotráfico, la pobreza y otros terribles problemas, se está dando un "pedacito" de guerra. Y llamó a los mexicanos a luchar contra la corrupción, el tráfico de droga, el crimen organizado, la trata de personas y la desunión.

"Violencia, corrupción, guerra, chicos que no pueden ir a la escuela por sus países en guerra, tráfico, fabricantes de armas que venden armas para que las guerras en el mundo puedan seguir? Más o menos éste es el clima que hoy vivimos en el mundo, y ustedes están viviendo su pedacito, su pedacito de «guerra» entre comillas, su pedacito de sufrimiento, de violencia, de tráfico organizado", dijo.

"Si yo voy ahí, es para recibir lo mejor de ustedes y para rezar con ustedes, para que los problemas de violencia, de corrupción y todo lo que ustedes saben que está sucediendo se solucione, porque el México de la violencia, el México de la corrupción, el México del tráfico de drogas, el México de los carteles no es el México que quiere nuestra Madre, y por supuesto que yo no quiero tapar nada de eso. Al contrario, exhortarlos a la lucha de todos los días contra la corrupción, contra el tráfico, contra la guerra, contra la desunión, contra el crimen organizado, contra la trata de personas", agregó.

También evocó a San Francisco y afirmó: "Quisiera ser en México un instrumento de paz, pero con todos ustedes".

"Es obvio que solo no puedo, sería una locura si yo dijera eso, pero con todos ustedes, instrumento de paz. Y ¿cómo se amasa la paz? La paz es un trabajo artesanal, un trabajo de todos los días que se amasa con las manos, desde cómo educo yo a un chico hasta cómo acaricio a un anciano, son todas semillas de paz. La paz nace o se hace en el diálogo, no en la ruptura, y ésta es la palabra clave, el diálogo: diálogo entre los dirigentes, diálogo con el pueblo y diálogo entre todo el pueblo", indicó.

Destacó la devoción a la Virgen de Guadalupe, patrona de América, cuyo santuario visitará en el primer día de los seis que estará en el país. Contó que la visitó dos veces, en 1970 y en 1999. Con su habitual humor porteño, también preguntó si conocían "el chiste de aquel mexicano que decía: «Yo soy ateo pero soy guadalupano»".

Recordó, finalmente, que cuando viajó a Roma en 2013 para el cónclave, estaba empezando a construir en Buenos Aires la parroquia San Juan Diego -el azteca a quien se le habría aparecido la Virgen de Guadalupe en 1531-, al que nombró patrono de los floristas.

Luego, el Papa hizo un pedido muy especial: "Lo que pediría es -pero como un favor, a ustedes- que esta vez, que va a ser la tercera que piso suelo mexicano, me dejen un ratito solo delante de la imagen. Es el favor que les pido".

Pekín le pide flexibilidad a la Santa Sede

China dijo ayer que había "tomado nota" de una entrevista en la que el papa Francisco envió saludos por el Año Nuevo Lunar al presidente Xi Jinping y pidió al Vaticano que sea flexible para crear las condiciones que lleven a mejores relaciones. El Vaticano no tiene lazos diplomáticos con Pekín desde 1949. El principal punto de conflicto es qué parte debería tener la última palabra en la designación de obispos.

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