"Se trata de cinco sacerdotes que han sido víctimas de abusos de poder, de conciencia y sexuales. Junto a ellos habrá también dos sacerdotes que han asistido a las víctimas en su recorrido jurídico y espiritual, y dos laicos implicados en este sufrimiento", indicó un comunicado de la Sala de Prensa del Vaticano difundido pasadas las 20.30 locales, algo inusual.

"Todos serán huéspedes del Santo Padre en Casa Santa Marta", agregó el Vaticano, que precisó que la gran mayoría de estas personas participó en los encuentros que hubo en Chile durante la misión especial del arzobispo maltés Charles Scicluna y de monseñor Jordi Bertomeu, en febrero pasado. A fines de abril, también fueron invitados a la "casa" del Papa en el Vaticano tres víctimas emblemáticas de Karadima, Juan Carlos Cruz, James Hamilton y José Andrés Murillo, a quienes Francisco les pidió perdón.

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"Con este nuevo encuentro, programado hace un mes, el Papa Francisco quiere mostrar su cercanía a los sacerdotes abusados, acompañarles en su dolor y escuchar su valioso parecer para mejorar las actuales medidas preventivas y de lucha contra los abusos en la Iglesia", indicó el comunicado del Vaticano. "Se concluye así esta primera fase de encuentros que el Santo Padre ha querido mantener con las víctimas del sistema abusivo instaurado hace varias décadas en la parroquia del Sagrado Corazón de Providencia [El Bosque]", agregó.

El comunicado destacó que "estos sacerdotes y laicos representan a todas las víctimas de los abusos del clero en Chile, pero no se descarta repetir iniciativas similares en el futuro". "Habrá diversas reuniones a lo largo del fin de semana, que se desarrollarán en un ambiente de confianza y confidencialidad. En la mañana del sábado 2 de junio el Papa celebrará una misa privada en Casa Santa Marta; a primera hora de la tarde está previsto un encuentro de grupo y, a continuación, los coloquios individuales", precisó. "El Santo Padre sigue pidiendo a los fieles de Chile -y especialmente a los fieles de las parroquias donde estos sacerdotes desempeñan su ministerio pastoral-- que les acompañen con la oración y la solidaridad durante estos días", concluyó.

El 8 de abril pasado, después del leer el informe realizado por Scicluna -máximo experto en pedofilia del Vaticano, enviado allí después de su viaje a Chile de enero, marcado a fuego por el escándalo de abusos, detonado por el caso de Juan Barros, obispo de Osorno-, Francisco en una carta pidió perdón por sus errores y convocó a los obispos de urgencia a Roma. Estos viajaron al Vaticano la semana pasada y, al cabo de algunos encuentros y tras recibir una carta en la que el Papa sin medias tintas denunció el escándalo de los desmanejos de la cúpula episcopal, el viernes pasado le presentaron en bloque su renuncia, una medida sin precedente en la historia de la Iglesia