ABC del Papa para acogida de refugiados ante crisis migratoria

ABC del Papa para acogida de refugiados ante crisis migratoria

7 claves del mensaje de la Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado

Por ARY WALDIR RAMOS DÍAZ

El Papa Francisco ha pedido este jueves 1 de octubre a la Iglesia, la comunidad internacional y los fieles, de ayudar movidos por la Misericordia a los refugiados y emigrantes que escapan de sus países de origen.

El mensaje llegó después de la noticia de que el Vaticano alberga a una familia de refugiados sirios, y de la exhortación del Papa Francisco a principios de septiembre a las parroquias, conventos y monasterios católicos de toda Europa a acoger a otras familias.

“Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la misericordia” es lema escogido por el Papa para la próxima Jornada Mundial del Migrante y el Refugiado que se celebrará el domingo 17 de enero 2016.

No a la indiferencia

En ocasión del Jubileo de la Misericordia que iniciará en diciembre, el Pontífice exhortó a no ser indiferentes ante las “inaceptables crisis humanitarias en muchas zonas del mundo”.Una crisis humanitaria que atraviesa Europa, Oriente Medio y la frontera norte entre México y EEUU, entre otras zonas.

También se dirigió a la Comunidad Internacional: “La indiferencia y el silencio abren el camino a la complicidad cuanto vemos como espectadores a los muertos por sofocamiento, penurias, violencias y naufragios. Sea de grandes o pequeñas dimensiones, siempre son tragedias, cuando se pierde aunque sea sólo una vida”, indicó.

Ver en ellos, hermanas y hermanas que necesitan ayuda

Los refugiados y los emigrantes son hombres y mujeres que buscan “mejorar sus condiciones de vida” y “obtener un honesto y legítimo bienestar para compartir con las personas que aman”.

Por ello, el Papa invitó a verlos como “nuestros hermanos y hermanas que buscan una vida mejor lejos de la pobreza, del hambre, de la explotación y de la injusta distribución de los recursos del planeta, que deberían ser divididos ecuamente entre todos”.

Personas que traen también progreso

En esta perspectiva, el Papa instó a superar las categorías de “irregulares y regulares” y contemplar el rostro de personas que “pueden contribuir al bienestar y al progreso de todos, de modo particular cuando asumen responsablemente los deberes en relación con quien los acoge, respetando con reconocimiento el patrimonio material y espiritual del país que los hospeda, obedeciendo sus leyes y contribuyendo a sus costos”.

Defender el derecho a no emigrar

El Pontífice manifestó el apoyo de la Iglesia a todos los que se esfuerzan por defender los derechos, especialmente, para que las personas ejerzan “el derecho a no tener que emigrar, para contribuir al desarrollo del país de origen”. Así recomienda “ayudar a los países de los cuales salen los emigrantes y los prófugos”.

Mejorar las leyes para la acogida

Asimismo, denunció la “falta de normas claras y que se puedan poner en práctica, que regulen la acogida y prevean vías de integración a corto y largo plazo, con atención a los derechos y a los deberes de todos”.

Luchas contra la esclavitud moderna

En el mensaje evidenció las “nuevas formas de esclavitud, gestionada por organizaciones criminales que venden y compran a hombres, mujeres y niños como trabajadores en la construcción, en la agricultura, en la pesca y en otros ámbitos del mercado”.

La misericordia, clave de lectura de los problemas aún por resolver 

La acogida del extranjero como revelación bíblica. “Muchas instituciones, asociaciones, movimientos, grupos comprometidos, organismos diocesanos[…]. Ellos han reconocido la voz de Jesucristo: «Mira, que estoy a la puerta y llamo» (Ap 3,20).

El Papa invitó a salir de esos debates “sobre las condiciones y los límites que se han de poner a la acogida, no sólo en las políticas de los Estados, sino también en algunas comunidades parroquiales que ven amenazada la tranquilidad tradicional”.

“¿Cómo puede actuar la Iglesia si no inspirándose en el ejemplo y en las palabras de Jesucristo? La respuesta del Evangelio es la misericordia”, recordó.

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