El Papa ordena investigar un caso de pederastia en un colegio del Opus en Vizcaya

El Papa ordena investigar un caso de pederastia en un colegio del Opus en Vizcaya

"Que instruyan el juicio canónico al educador y al colegio pero sin molestar al chico"

Sufrió tocamientos, masturbaciones, agresiones sexuales... a los doce años por parte de su preceptor, un profesor numerario del Colegio Gaztelueta, que el Opus Dei tiene en Vizcaya. Hoy tiene 18 años y ha interpuesto una querella criminal contra su abusador. Ahora, Francisco, en una carta remitida a los padres de la víctima, que ya es mayor de edad, le anuncia que ha pedido que se instruya juicio canónico al educador denunciado y al centro escolar. Lo cuenta Pedro Simón en El Mundo.

Sucedió durante el curso 2008/2009 en el Colegio Gaztelueta que el Opus Dei tiene en Leioa (Vizcaya). Esta es la historia de unos renglones apresurados y una misiva de vuelta: la del Papa que ha abierto una investigación.

Ocurrió como en una película sórdida durante el curso 2008/2009. Los hechos descritos tuvieron lugar supuestamente en el prestigioso Colegio Gaztelueta que el Opus Dei tiene en la localidad vizcaína de Leioa (Vizcaya). El ex alumno, que ya ha alcanzado la mayoría de edad, ha presentado una querella criminal en los juzgados de Getxo contra el preceptor (la persona encargada de guiar su proceso formativo a través de una formación humana en valores, en la terminología de la prelatura) por agresión sexual, abusos sexuales y contra la integridad moral.

"Era cerrar la puerta del despacho y bajar las persianas. Si yo quería salir de allí no podía (...). Me enseñaba fotos de chicas en bikini o desnudas. Y me decía: 'Fíjate en esta chica, mira qué buena está' (...) Me tocaba los muslos, la espalda, la tripa, y alguna vez, para enseñarme las notas en el ordenador, me exigía ponerme encima de sus rodillas y yo notaba algo duro debajo de mí (...). Hubo una cosa que no me he atrevido jamás a decir, ya que no es plato de buen gusto comentar esto...".

El resto de los detalles del relato (los omitimos por su contenido explícito) los conoce el propio Papa Francisco, quien, en una carta escrita de su puño y letra para contestar a los padres, anuncia que el Vaticano va a llegar hasta el final del escándalo.

Es una sencilla postal navideña. En el remite del sobre, una dirección y una inicial: F.

Dice así:

"De mi mayor aprecio en Cristo: Le agradezco su carta y la documentación adjunta. Lo primero que me viene decirle es que, por favor, me sienta cercano con mi oración. Es muy dura la cruz. Pido para que el Señor le ayude a llevarla. Además, hoy mismo [la misiva está fechada a finales de diciembre de 2014] envío la documentación a la Congregación para la Doctrina de la Fe para que instruyan el juicio canónico al educador y al colegio pero sin molestar al chico. Quedo a su disposición. A usted y a su familia le deseo un santo y esperanzador año 2015. Que Jesús los bendiga y la Virgen Santa los cuide. Y, por favor, no se olvide de rezar y hacer rezar por mí. Fraternalmente. Francisco".

La diligencia del Pontífice desde Roma contrasta con la tibieza de la justicia en España.

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