El Papa a las Obras Misionales Pontificias: recalificar la misión en el mundo

El Papa a las Obras Misionales Pontificias: recalificar la misión en el mundo

No se trata simplemente de volver a pensar los motivos para hacer mejor lo que ya se hace, sino de que la conversión misionera de las estructuras de la Iglesia necesita “santidad personal y creatividad espiritual”, explicó el Papa

 

"Siempre se debe renovar el corazón, renovar las obras, renovar las organizaciones": lo dijo el Papa Francisco a los Directores Nacionales de las Obras Misionales Pontificas, recibidos en la Sala Clementina del Vaticano en ocasión de la Asamblea General, que ha elegido a su nuevo presidente, Mons. Giampietro dal Toso. El Papa dio su acogida a todos los participantes y su saludo al nuevo presidente, expresando a todos su gratitud por el trabajo de sensibilización misionera del Pueblo de Dios y les aseguró su oración.

Recalificar evangélicamente la misión de la Iglesia en el Mundo

En primer lugar el Romano Pontífice animó a todos a vivir el período de preparación del Mes Misionero Extraordinario de octubre de 2019 - convocado por él en la Jornada Misionera mundial de 2017 - como una gran oportunidad para renovar el compromiso misionero de toda la Iglesia, y se refirió, seguidamente, a su ya conocida preocupación de que el trabajo de las OMP se reduzcan a la mera ayuda material.

Por ese motivo, el Pontífice volvió a proponer “como actual y urgente", la "grande y valiente intuición de Papa Benedicto XV contenida en la Maximum illud”, sobre la necesidad de recalificar evangélicamente la misión de la Iglesia en el Mundo.  Un objetivo común que, según el Papa Francisco, “puede y debe” ayudar a las Obras Misionales Pontificias, a vivir una fuerte comunión de espíritu, de colaboración  recíproca y de apoyo mutuo.

Dejar que el Espíritu Santo haga nuevas todas las cosas

“Si la renovación será auténtica, creativa y eficaz, la reforma de vuestras Obras consistirá en una verdadera refundación, una recalificación según las exigencias del Evangelio”, les aseguró el Santo Padre. Y esto porque “no se trata simplemente de volver a pensar los motivos para hacer mejor” lo que ya se hace, sino que “la conversión misionera de las estructuras de la Iglesia necesita “santidad personal y creatividad espiritual”. Es decir, no necesita sólo “renovar lo viejo, sino permitir que el Espíritu Santo cree lo nuevo, haga nuevas todas las cosas”. “Sean audaces y valientes en la misión, colaborando con el Espíritu Santo siempre en comunión con la Iglesia de Cristo”, les alentó, señalándoles, asimismo, que el Espíritu Santo "es el jefe de las Obras Misionales Pontificias", y explicándoles que audacia significa ir con valentía, con el fervor "de los primeros que anunciaron el Evangelio". 

"Que vuestro libro habitual de oración y meditación, sean los Hechos de los Apóstoles", les pidió. 

Conversión misionera

Regresando sobre la necesidad de la recalificación evangélica, a partir de la misión de Jesús, el Papa reafirmó el concepto explicando que se trata de recalificar el esfuerzo de recopilación y distribución de las ayudas materiales a la luz de la misión y de la formación que esta requiere, para que conciencia y responsabilidad misionera vuelvan a ser parte de la vivencia ordinaria de todo el Santo Pueblo fiel de Dios.

La misión envío para la salvación

Del tema elegido para el Mes misionero de Octubre de 2019, “Bautizados y enviados, la Iglesia de Cristo en misión en el Mundo”, el Papa tomó inspiración para evidenciar que la misión "es el envío para la salvación que obra la conversión del enviado y del destinatario": “nuestra vida es, en Cristo, una verdadera misión”, afirmó. Y “nosotros mismos somos misión”, porque somos “amor de Dios comunicado”, así, la “dimensión misionera de nuestro Bautismo” se traduce en un “testimonio de santidad que dona vida y belleza al mundo”.

De hecho, párrafos más adelante en su discurso, el Pontífice precisó que “para poder colaborar con la salvación del mundo, se necesita amarlo y estar dispuestos a dar la vida sirviendo a Cristo, único Salvador del mundo".  

Mes Misionero Extraordinario y Sínodo para la Amazonía

En la conclusión de su discurso el Obispo de Roma se refirió a la coincidencia temporal del Mes Misionero Extraordinario y del Sínodo para la Amazonía de 2019, y manifestó que ha querido, - acogiendo las preocupaciones de fieles, laicos y pastores -  que se encuentre para rezar y reflexionar sobre los desafíos de la evangelización de estas tierras de América Meridional, donde viven importantes Iglesias Particulares: “que esta coincidencia nos ayude a tener fija nuestra mirada en Jesucristo en el afrontar los problemas, desafíos, riquezas y pobrezas”, pidió, e invitó a rezar para que el Sínodo para la Amazonía pueda "recalificar evangélicamente la misión también en esa región del mundo tan probada, injustamente explotada y necesitada de la salvación de Jesucristo”.

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