En el marco de su audiencia general, el Santo Padre recordó la importante cita paralímpica en Corea del Sur, e hizo hincapié en que el deporte puede tender puentes y promover la paz entre los pueblos

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«Dentro de dos días se abrirán los Juegos Paralímpicos de Invierno en la Ciudad de PyeongChang, en Corea del Sur, que hospedó recientemente las Olimpiadas. Éstas han mostrado cómo el deporte puede tender puentes entre países en conflicto y dar un válido aporte a perspectivas de paz entre los pueblos. 

Los Juegos Paralímpicos, demuestran aún más que a través del deporte se pueden superar las propias discapacidades.

Los atletas y las atletas paralímpicos son para todos ejemplo  de coraje, de constancia, de tenacidad en no dejarse vencer por los límites.

El deporte se presenta así como una gran escuela de inclusión, pero también de inspiración para la propia vida y de compromiso en trasformar la sociedad.

Dirijo mi saludo al Comité Paralímpico Internacional, a los atletas y a las atletas, a las autoridades y al pueblo coreano. Aseguro mi oración para que este evento pueda favorecer días de paz y de alegría para todos».