El Papa con el liderazgo de Europa: "No hay paz donde falta trabajo y salario digno"

El Papa con el liderazgo de Europa:

El encuentro se hizo en una Roma blindada por el peligro terrorista. El pontífice criticó al populismo y pidió que Europa no pierda su identidad multicultural. El encuentro fue en las vísperas del 60 aniversario de la fundación comunitaria.

No hay paz donde falta el trabajo o un salario digno”. “Europa se encuentra esperanzada en la solidaridad, que es también el antídoto más eficaz contra el populismo moderno”. La Unión Europea “corre el riesgo de morir, sin ideales como la solidaridad, apertura al mundo y búsqueda de paz y desarrollo”.

En la Sala Regia del Vaticano, donde Argentina y Chile firmaron el Tratado de Paz que evitó la guerra gracias a la mediación de san Juan Pablo II en los años 80, los líderes de los 27 países europeos reunidos en Roma escucharon al anochecer de ayer las reflexiones del Papa argentino, que habló de la situación de crisis que vive la comunidad de casi 500 millones de personas.

Entre ellos se encontraban el presidente francés Francois Hollande, la premier alemana Angela Merkel, el primer ministro italiano Paolo Gentiloni, que habló antes de Francisco, el presidente del gobierno español, Mariano Rajoy, y la presidente de Polonia, Beata Szydio, que representaban a los cinco estados más populosos de la Unión Europea.

Alrededor de 40 jefes de Estado y de gobierno se juntaron en Roma para firmar hoy, ausente Gran Bretaña, que se apresta a negociar su retiro de la UE, la Declaración que celebra los 60 años del Tratado que fundó la comunidad y fueron recibidos por Jorge Bergoglio, que en su discurso elogió a los “padres fundadores” de la comunidad y advirtió sobre los riesgos que afronta la Unión.

Francisco recordó que Roma fue elegida por los seis países fundadores del ideal europeo “por su vocación univrersal, porque en ella fueron echadas las bases políticas, juridicas y sociales de nuestra civilización”.

El obispo de Roma y Papa de la Iglesia universal dijo que la denominación común de los fundadores “era el espíritu de servicio, unido a la pasión política y a la conciencia de que en el origen de la civilización europea se encuentra el cristianismo”.

Bergoglio destacó que “Europa es un modo de concebir al hombre a partir de su dignidad” y no “un conjunto de reglas a observar”. Se debe resistir “a la tentación de reducir los ideales fundadores a las necesidades productivas, económicas y financieras”.

El Papa aseguró que “la Santa Sede está inseparablemente unida a Europa” y pidió a los líderes europeos, “conocer bien” las bases que se sentaron en el Tratado de Roma de 1957, para hacer frente “a los desafíos de hoy y los del futuro”.

Europa “es sobre todo una realidad por sobre todo humana”, además de serlo “como realidad política, económica y cultural”. “A quien gobierna le corresponde discernir los caminos de la esperan”, para asegurar “un camino largo y fecundo”.

En su intervención de más de una hora dijo que el encuentro de hoy en Roma se realiza en una época moderna “dominada por el concepto de crisis”, que representa “un tiempo de desafíos y oportunidades”. Francisco se refirió así a la crisis económica “que ha marcado el úlltimo decenio, la crisis de la familia, la crisis de las instituciones y la crisis de los emigrantes”.

“Tantas crisis que esconden el miedo y la profunda desorientación del hombre contemporáneo”, que exigen nuevas claves para el futuro”.

Con tono crítico, Bergoglio se pregunto qué cultura propone la Europa de hoy. “El miedo que se advierte encuentra a menudo su causa más profunda en la pérdida de ideales”. Así se acaba “siendo dominado por el temor que el otro nos cambie nuestras costumbres arraigadas y las comodidades adquiridas” basadas con frecuencia “en el bienestar material”.

La Unión Europea encuentra la esperanza de la solidaridad, como “antídoto más eficaz contra el populismo moderno”, advirtió Francisco, tocando el nervio más descubierto, que son hoy los movimientos “soberanistas” de los euroescépticos que proponen en sus países separarse de la comunidad, como está haciendo Gran Bretaña con el Brexit.

Para el Papa “el populismo hace florecer el egoísmo, que termina en un círculo estrecho y asfixiante e impide superar el límite del proprio pensamiento sin ver al otro”. “Se debe comenzar a pensar de manera europea y le corresponde a la dirección política impulsar ese ideal, que evita dejarse llevar por las emociones para crear consenso”, señaló Bergoglio.

Europa tiene futuro si defiende “su identidad multicultural” y Francisco advirtió contra “las tendencias que apuntan a su disgregación”.La fidelidad al principio de solidaridad es la clave “para hacer frente a las fuerzas centrífugas” que en la actualidad sufre la Europa unida. “A menudo”, recordó “se olvida también otra gran conquista fruto de la solidaridad sancionada el 25 de marzo de 1957: el tiempo de paz más largo de los últimos siglos”. Recordó que la paz no es un bien que se da por descontado”.

Los 60 años de la UE que se celebran hoy es “el tiempo de la plena madurez”, agregó el Papa argentino. “Una edad crucial en la que estamos llamados de nuevo a revisarnos. También hoy la Unión Europea está llamada a un replanteamiento, a curar los inevitables achaques que vienen con los años y a encontrar nuevas vías para encontrar su propio camino”. La audiencia del pontífice concluyó con un saludo personal a los líderes europeos. 

Comentá la nota