Papa Francisco: ¿Estás lleno de rabia? Descubre por qué te cuesta dejarte consolar

Papa Francisco: ¿Estás lleno de rabia? Descubre por qué te cuesta dejarte consolar

Homilía hoy en Casa Santa Marta

 

Déjate consolar por el Señor y no prefieras las lamentaciones y rencores. Así lo dijo hoy Papa Francisco en la Misa en Casa Santa Marta.

El Papa reflexiona sobre la primera lectura del profeta Isaías (Is 35,1-10) en la que el Señor promete consuelo a su pueblo. “El Señor ha venido a consolarnos”, afirma el Papa. El mismo San Ignacio “nos dice que es bueno contemplar el oficio de consolador de Cristo” comparándole con la manera como algunos amigos consuelan a otros.

Y además, basta pensa en la mañana de la Resurrección en el evangelio de Lucas, cuando Jesús apareció a los apóstoles y era tanta la alegría que no podían creerlo. “Muchas veces el consuelo del Señor nos parece una maravilla”, afirma Francisco.

“Pero no es fácil dejarse consolar; es más fácil consolar a los demás que dejarse consolar. Porque, muchas veces, nos apegamos a lo negativo, nos apegamos a la herida del pecado dentro de nosotros y, muchas veces, uno prefiere quedarse allí, solo, en la camilla, como el del Evangelio, aislado, allí, y no levantarse. ‘Levántate’ es la palabra de Jesús, siempre: ‘Levántate’”.

El problema es que en lo “negativo somos los amos” – explica el Papa – porque tenemos dentro la herida del pecado mientras que “en lo positivo somos mendicantes” y no nos gusta mendigar el consuelo.

Para explicarlo, el Papa Francisco pone dos ejemplos: cuando preferimos “el rencor” y “cocinamos nuestros sentimientos” en el caldo del resentimiento, cuando hay “un corazón amargo”, cuando nuestro tesoro es nuestra amargura.

Su pensamiento va al paralítico de la piscina de Siloé: 38 años con su amargura diciendo que cuando se mueven las aguas, nadie le ayudaba . “Para estos corazones amargos es más bello lo amargo que lo dulce”, mucha gente lo prefiere, observa Francisco: “raíz amarga”, “que nos lleva con la memoria al pecado original. Y esta es precisamente una manera de no dejarse consolar.

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