El Papa aprovechó el Ángelus del domingo para lamentar las "tristes noticias" sobre la "persecución religiosa" de la minoría musulmana rohingya en ese país, a quienes calificó como "nuestros hermanos", y por quienes aseguró oraciones para que tengan "derechos plenos", según informa la agencia, Telam.

Aunque han vivido en Myanmar por varias generaciones, el gobierno de ese país afirma que son nuevos inmigrantes y por lo tanto les niega la ciudadanía.

Más de un millón de personas forman esta minoría étnica, lingüística y religiosa, un pueblo musulmán discriminado y perseguido durante décadas.