El Papa escribe una sentida carta al pueblo ucraniano por la muerte de Cardenal

El Papa escribe una sentida carta al pueblo ucraniano por la muerte de Cardenal

 El Papa Francisco escribió una sentida carta a los fieles cristianos ucranianos con motivo del entierro del Cardenal Lubomyr Husar, Arzobispo Mayor Emérito de Kyiv-Halyc, Ucrania, fallecido el pasado 31 de mayo, que sacó a los cristianos ucranianos de las “catacumbas” de la persecución.

 

El Santo Padre destacó en su carta, dirigida a la persona del actual Arzobispo Mayor de Kyiv-Halyc, Mons. Sviatoslav Shevchuk, que el Cardenal Husar fue “una autoridad moral muy alta y respetada en los últimos decenios por el pueblo ucraniano”. El Cardenal fue una figura clave en el renacimiento de la Iglesia Greco-Católica en el país eslav tras la caída del totalitarismo comunista soviético.

El Pontífice subrayó la labor apostólica del Cardenal en sus últimos años de vida, ya como arzobispo Emérito: “Después de su período laborioso e intenso en su ministerio como ‘padre y cabeza’ de la Iglesia Greco-Católica, con el surgir de la vejez y de la enfermedad su presencia entre el pueblo cambió de estilo. Si es posible, se volvió aún más intensa y rica”.

 

“Casi regularmente intervenía en la vida de vuestro país como maestro de sabiduría: su modo de hablar era sencillo, comprensible para todos, pero muy profundo. Su conocimiento del Evangelio era el pan de la Palabra de Dios desmenuzado para los sencillos, para los que sufren, para todos los que buscaban dignidad”.

En este sentido, afirmó que “sus exhortaciones eran dulces, pero también muy exigentes para todos. Rezaba por todos incesantemente, sintiendo que esa era su nueva obligación. Y muchos se sentían representados, interpelados y consolados por él, creyentes y no creyentes, también más allá de las diferencias confesionales”.

“Todos sentían que hablaba un cristiano –aseguró–, un ucraniano apasionado de su identidad, siempre lleno de esperanza, abierto al futuro de Dios. Tenía una palabra para cada uno, escuchaba a las personas con el calor de su gran humanidad, de una exquisita gentileza. Amaba dialogar con los jóvenes, con los cuales tenía una excepcional capacidad de comunicar”.

 

Francisco aseguró sentirse conmovido por el pesar generalizado del pueblo ucraniano por esta pérdida. “Me conmueve pensar que hoy toda Ucrania lo llora, y que muchos tienen la certeza de que ya reposa en el abrazo del Padre celeste”.

Y finalizó su carta asegurando a los ucranianos que, después de haber tenido en el Cardenal Husar “un ejemplo de vida coherente y de credibilidad, se seguirán beneficiando de su oración, con la cual protegerá a su pueblo todavía sufriente, marcado por la violencia y la inseguridad, convencidos de que el amor de Cristo no defrauda”.

Comentá la nota