El Papa discute sobre formación de sacerdotes con los encargados de los dicasterios

El Papa discute sobre formación de sacerdotes con los encargados de los dicasterios

En la reunión se habló sobre el documento “El don de la vocación presbiterial” y se insistió en la preparación «humana integral» y no solo en la preparación académica. La importancia del discernimiento

por ANDREA TORNIELLI

 

Formación «humana integral» y atención al discernimiento. Se habló sobre vocaciones, formación en los seminarios y permanente del clero a las 9.30 de hoy, 13 de noviembre de 2017, en la Sala Boloña del Palacio Apostólico, en donde el Papa Francisco presidió una reunión entre los encargados de los dicasterios de la Curia romana. Es la llamada reunión “interdicasterial”, que se lleva a cabo por lo menos dos veces al año, con los cardenales, obispos y prelados que guían las Congregaciones y Pontificios Consejos. 

 

El tema del día fue la formación de los nuevos sacerdotes, a partir de la “Ratio fundamentalis Institutionis Sacerdotalis”, el documento guía publicado por la Congregación del Clero en diciembre de 2016. Un texto que toma en cuenta el magisterio del Pontífice e insiste, precisamente, en la importancia de la formación humana integral y no solo la de la formación acacdémica. En las tres fases de la pastoral vocacional, de la formación de los seminaristas y de la permanente dirigida a quien ya es sacerdote, es importante «ser discípulos misioneros y pastores». El discipulado y la misión involucran a todos los bautizados, mientras ser pastores es específico del sacerdocio. Es importante, se subrayó, la formación humana integral y, por ende, también la formación afectiva para formar pastores capaces de vivir en medio de la gente y de compartir esperanzas, alegrías y heridas. 

 

El documento, siguiendo el magisterio de Francisco (y en particular de la gran responsabilidad que la exhortación “Amoris laetitia” pone sobre los hombros de los sacerdotes, especialmente a la hora de acompañar las cada vez más frecuentes situaciones matrimoniales difíciles), insiste en la importancia del discernimiento y de la formación al discernimiento. Hace falta, efectivamente, una preparación adecuada a este acompañamiento hacia las personas casadas y los formadores de los futuros sacerdotes deben verificar si los seminaristas son capaces de asumir estas responsabilidades, que no prevén nunca soluciones de manuales o instrucciones, sino que exigen compromiso, compartir, capacidad para ensimismarse en las situaciones tan diferentes entre sí. 

 

Se lee en el párrafo 120 del documento que discutieron hoy el Papa y sus colaboradores: «La llamada a ser pastores del pueblo de Dios exige una formación que convierta a los futuros sacerdotes en expertos en el arte del discernimiento pastoral, es decir capaces de una escucha de las situaciones realies y de un buen juicio en las decisiones y elecciones. Para llevar a cabo el discernimiento pastoral hay que poner en el centro el estilo evangélico de la escucha, que libera al pastor de la tentación de la abstracción, del protagonismo, de la excesiva seguridad en sí mismo y de esa frialdad que lo convertirían en un “contador” del espíritu, en lugar de un “buen samaritano”». 

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