El Papa: “Que Dios libere al mundo de la locura que siembra muerte”

El Papa: “Que Dios libere al mundo de la locura que siembra muerte”

Francisco recuerda los atentados en Somalia, Afganistán y Nueva York. Y en la solemnidad de Todos los Santos explica: “Los santos no son modelos perfectos sino personas atravesadas por Dios”

por ANDREA TORNIELLI

 

“Estoy profundamente entristecido por los ataques terroristas de estos últimos días en Somalia, Afganistán y ayer en Nueva York. Mientras deploro tales actos de violencia, ruego por los difuntos, por los heridos y sus familiares. Pidamos al Señor que convierta los corazones de los terroristas y libere al mundo del odio y de los locura homicida que abusa del nombre de Dios para sembrar muerte”. Así el Papa Francisco durante el final del Ángelus recitado en la solemnidad de Todos los Santos, ha querido recordar los atentados más recientes, las matanzas que han pasado casi inoservadas en los circuitos mediáticos internacionales, ocurridas en Somalia y Afganistán, y la que ha tenido lugar en las últimas horas en el corazón de Manhattan, en Estados Unidos.  

  

Antes de rezar por las víctimas de los atentados y pedir una vez más que Dios libere al mundo del odio de los fundamentalistas, Francisco ha hablado de la fiesta de Todos los Santos. “La solemnidad de Todos los Santos es “nuestra” fiesta –ha dicho Francisco-- no porque seamos buenos, sino porque la santidad de Dios ha tocado nuestra vida. Los santos no son modelos perfectos, sino personas atravesadas por Dios. Podemos compararles a los vitrales de las iglesias, que dejan entrar la luz de diversas tonalidades de color”.  

  

“Los santos –ha continuado el Papa-- son nuestros hermanos y hermanas que han acogido la luz de Dios en su corazón y la han transmitido al mundo, cada uno según su propia “tonalidad”. Pero todos han sido transparentes, han luchado por limpiar las manchas y las oscuridades del pecado, así dejan pasar la luz amable de Dios. Este es el objetivo de la vida, dejar pasar la luz de Dios, también el marco de nuestra vida. 

  

Citando las Bienaventuranzas contada en el Evangelio del día, Bergoglio afirma que “quien está con Jesús es beato, es feliz. La felicidad no está en tener alguna cosa o convertirse en alguien, no, la felicidad verdadera es estar con el Señor y vivir por amor. ¿Ustedes creen esto? Más o menos, ¿no?... Entonces, los ingredientes para la vida feliz se llaman beatitud: son personas sencillas, los humildes que hacen sitio a Dios, que saben llorar por los demás y por los propios errores, permanecen calmas, luchan por la justicia, son misericordiosas hacia todos los demás, mantienen la pureza del corazón, trabajan siempre por la paz y permanecen en la alegría, no odian, e incluso cuando sufren, responden al mal con el bien”.  

  

Francisco ha explicado después las bienaventuranzas: “No exigen gestos extraordinarios, no son para superhombres sino para quien vive las pruebas y las fatigas de cada día. Así son los santos: respiran como todos el aire del mal que hay en el mundo pero en el camino nunca pierden de vista el trazado por Jesús, aquel indicado en las bienaventuranzas, que son como el mapa de la vida cristiana”.  

  

El Papa ha dicho que la fiesta de hoy es de todos “los que han alcanzado la meta indicada por este mapa: no solo de los santos del calendario, sino de muchos hermanos y hermanas que caminan a nuestro lado, que tal vez nos hemos encontrado y conocido. Es una fiesta familia, de muchas personas sencillas y escondidas que en realidad ayudan a Dios a seguir adelante al mundo. ¡Y hay muchos también hoy! Hermanos y hermanas que ayudan a seguir adelante en el mundo. Los saludamos con un bello aplauso, a todos”, ha añadido.  

 

Bergoglio ha explicado que éstos son “pobres en espíritu”, es decir, no viven para el éxito, el poder o el dinero. Saben que quien acumula tesoros para si no se enriquece delante de Dios. Creen en cambio que el Señor es el tesoro de la vida y que el amor al prójimo es la única fuente de ganancia. A veces estamos descontentos porque nos falta algo o preocupados si no somos considerados como quisiéramos; recordemos que no está aquí nuestra beatitud, que “no se encuentra en el Evangelio sino al final de la Biblia y que habla del final de la vida: ‘Bienaventurados los muertos que mueren en el Señor’ Mañana seremos llamados a acompañar con la oración a nuestros difuntos para que gocen para siempre del Señor. Recordemos con gratitud a nuestros seres queridos y recemos por ellos” .  

  

Finalmente el Papa ha recordado que mañana, jueves 2 de noviembre de 2017, irá al Cementerio Americano de Neptuno y luego a las Fosas Adreatinas: “Les pido que me acompañen con la oración en estas dos etapas de memoria y de sufragio por las víctimas de la guerra y de la violencia. Las guerras no producen nada más que cementerios y muerte: nuestra humanidad parece que no ha aprendido la lección o no la quiere aprender”.  

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