El Papa: o con Dios o con el diablo; el cristiano elige y lucha

El Papa: o con Dios o con el diablo; el cristiano elige y lucha

Durante la Audiencia general Francisco prosiguió con su ciclo de catequesis dedicado al Bautismo. Saluda a la Caritas polaca, comprometida en una campaña de ayuda a las víctimas de las persecuciones en Siria

«O estás bien con Dios», que une, «o estás bien con el diablo», que divide, pero un cristiano no puede comportarse como el tipo de persona que logra «arreglárselas bien, pero no claramente». El Papa Francisco prosiguió con su ciclo de catequesis dedicado al Bautismo durante la Audiencia general en la Plaza San Pedro. Subrayó que en el rito de iniciación cristiana «la renuncia y el acto de fe van juntos»: «hay que cortar puentes, dejándolos a la espalda, para emprender la nueva Vía que es Cristo», y, una vez emprendida, el Espíritu Santo ayuda al creyente a «luchar bien» contra la tentación. 

  

Francisco se concentró hoy sobre los «ritos centrales, que se realizan en la fuente bautismal» a partir del «simbolismo universal, universalmente reconocido» del agua, que «es fuente de vida y de bienestar», pero «puede ser también causa de muerte, cuando sumerge entre sus caudales o arrolla en gran cantidad cualquier cosa». Sin embargo, el agua también «tiene la capacidad de lavar, de limpiar y purificar». El poder para limpiar el pecado no radica en el agua en sí, como explicaba San Ambrosio a los nuevos bautizados, por lo que, explicó el Pontífice, a partir de ese simbolismo que el agua asume en la Biblia, la Iglesia «pide a Dios que infunda en el agua de la fuente la gracia de Cristo muerto y resucitado», y el agua se transforma de esta manera en «agua que lleva en sí la fuerza del Espíritu Santo, con la que bautizamos a la gente: a los adultos, a los niños, a todos». 

  

Después de santificar el agua, prosiguió el Papa, «es necesario disponer el corazón para acceder al Bautismo. Esto –explicó– sucede con la renuncia a Satanás y la profesión de fe, dos actos estrechamente conectados entre sí. En la medida en la que digo “no” a las sugerencias del diablo, aquel que divide, soy capaz de decir “sí” a Dios que me llama a conformarme a Él en los pensamientos y en las obras. El diablo divide, Dios une siempre a la comunidad, a la gente en un solo pueblo». 

  

«No es posible adherir a Cristo poniendo condiciones», dijo el Papa. «Es necesario despojarse de ciertas ataduras para poder abrazar de verdad a los demás. Nosotros –insistió Bergoglio– con algunas personas cuyo perfil no conocemos bien, que siempre han logrado arreglárselas bien, pero no claramente, decimos: “Este va bien con Dios y con el diablo”. Eh, no, no puede funcionar: o estás bien con Dios o estás bien con el diablo. Por ello, la renuncia y el acto de fe van juntos. Hay que hay que cortar puentes, dejándolos a la espalda, para emprender la nueva Vía que es Cristo. La respuesta a las preguntas “¿Renuncias a Satanás, a todas sus obras y a todas sus seducciones?” se formula en la primera persona singular: “Renuncio, yo renuncio”, no “nosotros renunciamos”, anónimamente, “renunciamos…”. Y de la misma manera se profesa la fe de la Iglesia, diciendo: “Creo”. Yo renuncio y yo creo: esto está a la base del Bautismo. Es una decisión responsable, que exige ser traducida en gestos concretos de confianza en Dios». 

  

Y luego, el acto de fe «supone un compromiso que el mismo Bautismo ayudará a mantener con perseverancia en las diferentes situaciones y pruebas de la vida. Recordemos la antigua sabiduría de Israel: “Hijo, si te presentas para servir al Señor, prepárate a la tentación”. Es decir –explicó el Papa–, prepárate para la lucha, y la presencia del Espíritu Santo nos dará las fuerzas para luchar bien». 

  

Al final de la catequesis, el Papa saludó, en particular, a los peregrinos polacos que estaban presentes en la Plaza San Pedro, y, especialmente «a la delegación de la Caritas polaca, con algunos jóvenes de Siria, que llegaron a Roma en un autobús especial, la Embajada móvil de la Caritas Jóvenes, que comienzan una campaña que se propone sensibilizar a la sociedad sobre los problemas de los más pobres; promueven el voluntariado de los jóvenes y la ayuda a las víctimas de las persecuciones en Siria». El signo espiritual del proyecto “Bus Young Caritas” será la peregrinación de la imagen de la Virgen de Alepo. «Durante las funciones del mes de mayo, encomienden a María, Reina de Polonia, la vida de la Iglesia, a su Patria y a sus familias. Recen por la paz en el mundo, y, especialmente, en el Medio Oriente».

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