El Papa cuestionó que haya "lista de precios" para los sacramentos

El Papa cuestionó que haya

Justo en el día que la Iglesia argentina anunció que renuncia a los aportes estatales, el Papa en su tradicional misa matutina de Santa Marta habló del daño que puede hacerle el dinero a la Iglesia cuando se vuelve un "ídolo" y, en un tema recurrente en sus prédicas, recordó que las Iglesias tienen que ser "casa de Dios" y no "mercados".

Sin hacer referencia alguna al anuncio realizado por el episcopado de su país, sino hablando en general, inspirado en el Evangelio del día, Francisco explicó por qué Jesús echó a los mercaderes del templo. Al entrar en el templo, donde se vendían "bueyes, ovejas y palomas", ante la presencia de los "cambistas", Jesús reconoce que ese lugar estaba poblado por idólatras, hombres dispuestos a servir al dinero, en lugar de Dios. "Detrás del dinero está el ídolo, ídolos que son siempre de oro y esclavizan", subrayó.

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"Esto llama nuestra atención y nos hace pensar cómo nosotros tratamos nuestros templos, nuestras iglesias; si verdaderamente son casa de Dios, casa de oración, de encuentro con el Señor; si los sacerdotes favorecen eso", agregó. "O si se parecen a los mercados. Lo sé... algunas veces yo he visto - no aquí en Roma, sino en otra parte - he visto una lista de precios. '¿Pero cómo, se pagan los sacramentos?'. 'No, sino que es una oferta'. Pero si queremos dar una oferta - que deben darla - que la pongan en la caja de las ofertas, a escondidas, que nadie vea cuánto das", afirmó. "También hoy está este peligro: 'Debemos mantener a la Iglesia. Sí, sí, sí, verdaderamente'. Que la mantengan los fieles, pero en la caja de las ofertas, no con una lista de precios", advirtió, muy crítico.

El exarzobispo de Buenos Aires también denunció la tentación de la mundanidad. "Pensemos en algunas celebraciones de algún sacramento quizá, o conmemoraciones, donde tú vas y no sabes si la casa de Dios es un lugar de culto o un salón social. Algunas celebraciones que se deslizan hacia la mundanidad. Es verdad que las celebraciones deben ser bellas - bellas - pero no mundanas, porque la mundanidad depende del dios dinero. También es una idolatría. Esto nos hace pensar, y también en nosotros, acerca de cómo es el celo por nuestras iglesias, el respeto que nosotros tenemos allí cuando entramos", indicó, según informó Vatican News, el portal del Vaticano.

Francisco reflexionó, además, sobre la Primera Carta de San Pablo a los Corintios, aclarando que también el corazón de cada uno de nosotros representa "un templo: el templo de Dios". Si bien con la conciencia de ser todos pecadores, cada uno debería interrogar su propio corazón para verificar si es "mundano e idólatra".

"Yo no pregunto cuál es tu pecado, mi pecado. Pregunto si dentro de ti hay un ídolo, si está el señor dinero. Porque cuando está el pecado está el Señor Dios misericordioso que perdona si tú te diriges a Él. Pero si está el otro señor - el dios dinero - tú eres un idólatra, es decir un corrupto: ya no un pecador, sino un corrupto. El núcleo de la corrupción es precisamente una idolatría: es haber vendido el alma al dios dinero, al dios poder. Es un idólatra".

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