El Papa: la crisis y la deuda exterior empobrecen a América Latina

El Papa: la crisis y la deuda exterior empobrecen a América Latina

Los 25 años de “Populorum progressio”: el sínodo sobre Amazonia debe ser fuente de inspiración para la evangelización del continente. Y surge la idea de un pre-sínodo

A pesar de las «potencialidades» de América Latina, «la actual crisis económica y social, empeorada por la deuda exterior que paraliza el desarrollo, ha afectado a la población y ha aumentado la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, mientras ha contribuido a la explotación y al abuso de nuestra casa común, a un nivel que nunca antes habíamos imaginado». Lo denunció el Papa Francisco en el mensaje que envió a la fundación “Populorum progressio” en este 25 aniversario de su fundación. Agradeciendo al organismo que financia muchos proyectos de desarrollo de América Latina, Jorge Mario Bergoglio subrayó que la fundación podrá encontrar en el sínodo especial sobre Amazonia, que se llevará a cabo en 2019, una «fuente de inspiración para el futuro de la evangelización en el continente». Y sobre ese sínodo, el cardenal Lorenzo Baldisseri propuso la idea de un pre-sínodo, que podría llevarse a cabo precisamente en América Latina, para «escuchar» a las poblaciones indígenas antes de la reunión de los obispos en Roma. 

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«Sin duda, la situación de América Latina exige un compromiso más firme con el fin de mejorar las condiciones de vida de todos, sin exclusión, incluso luchando contra las injusticias y la corrupción, para seguir obteniendo el mejor resultado de los esfuerzos profusos», escribió el Papa. «Efectivamente, a pesar de las potencialidades de los países latinoamericanos (habitados por personas solidarias con el otro y que tienen una gran riqueza desde el punto de vista de la historia y de la cultura, así como con los recursos naturales) la actual crisis económica y social, empeorada por el flagelo de la deuda exterior que paraliza el desarrollo, ha afectado a la población y ha aumentado la pobreza, el desempleo y la desigualdad social, mientras ha contribuido a la explotación y al abuso de nuestra casa común, a un nivel que nunca antes habíamos imaginado. Cuando un sistema económico pone al centro solo el dios dinero, se desencadenan políticas de exclusión y no hay sitio para el hombre ni para la mujer. El ser humano, entonces, crea esta cultura del descarte que trae sufrimiento, privando a muchos del derecho de vivir y de ser felices». 

 

La fundación “Populorum progressio” fue creada en 1992 por Juan Pablo II, que creó un fondo para América Latina después del encuentro en Medellín del episcopado latinoamericano (CELAM). El ente, que dependía del Pontificio Consejo “Cor Unum”, pasó ahora al dicasterio vaticano para la Promoción del Desarrollo Humano Integral, guiado por el cardenal Peter Turkson, quien inauguró hoy la sesión de trabajo por el 25 aniversario, en el hotel “Il cantico” detrás del Vaticano. Hoy por la mañana participó en el evento también el “Ministro del Exterior” vaticano, monseñor Paul Richard Gallagher. 

 

El deseo del Papa Wojtyla, escribió Francisco, «era que esta institución demostrara la cercanía del Papa a las personas a las que les falta lo más indispensable para vivir y a las que frecuentemente la sociedad o sus autoridades dejan a un lado». Desde entonces, la fundación, recordó el Pontífice argentino, «ha sostenido 4.400 proyectos gracias a la generosidad de muchos católicos y hombres de buena voluntad que han dado generosamente lo que tenían para que otros pudieran mejorar su condición de vida». Francisco agradeció particularmente a la Conferencia Episcopal de Italia (CEI) que, «con tanta generosidad y fidelidad» sostiene a la fundación. Esta, precisó Bergoglio, «a través del testimonio de la caridad de Cristo que se hace ayuda, mano tendida al hermano y a la hermana para que se levanten y vuelvan a tener esperanza y a vivir una vida digna. Solo de esta manera podrán volver a ser protagonistas del propio desarrollo humano integral, volviendo a descubrir la propia dignidad de seres humanos, amados y deseados por Dios, para poder también contribuir al progreso económico y social de sus países con toda la riqueza que albergan en sus corazones y en su cultura», escribió el Papa. 

 

La fundación, «que financia muchos proyectos a favor de los pueblos nativos, podrá encontrar en la asamblea especial del sínodo de los obispos para la región pan-amazónica, que se llevará a cabo en Roma en el mes de octubre de 2019, fuente de inspiración para el futuro de la evangelización del continente», subrayó el Papa en su mensaje. También sobre la Amazonia dijo algunas palabras el cardenal Lorenzo Baldisseri, secretario general del Sínodo de los obispos, para recordar que se extiende por una superficie de 7,5 millones de kilómetros cuadrados, repartida entre nueve países de Sudamérica, además de la Guayana francesa, con los que representa el 43% de la superficie de Sudamérica y en ella se concentra el 20 % del agua dulce del planeta, además de tener el 34 % de los bosques que contiene nel 30 y el 50 % de la flora y la fauna del mundo. En la Amazonia viven dos millones 779 mil indígenas de 390 pueblos diferentes, 137 de los cuales están aislados, con 49 familias lingüísticas a las que pertenecen 240 lenguas. En total, en toda la Amazonia viven 35 millones de personas. Un misionero le preguntó al Baldiserri si el Sínodo pretendía escuchar la viva voz de los pueblos indígenas que viven en la región, y esta fue su respuesta: «Hemos decidido convocar, en primavera, in pre-sínodo de los jóvenes, para poder escucharles y convertirles en protagonistas del proceso sinodal. Al final escribirán un documento que será entregado a los padres sinodales. También estamos pensando introducir esta novedad de procedimiento en el reglamento sinodal. Incluso para el sínodo sobre los pueblos de la Amazonia se podría pensar en una solución de este tipo. Lanzo esta idea. Una reunión anterior al sínodo, en la que de cualquier manera habrá oidores, para que los pueblos indígenas puedan expresarse y ser protagonistas. No se debería llevar a cabo en Roma, sino que podría ser en América Latina». Aprovechando del próximo viaje apostólico del Papa a Perú y Chile, como sea, habrá una primera reunión dedicada al sínodo, en la que deberían participar unos 2000 representantes de los pueblos indígenas. 

 

Sobre la importancia de las poblaciones indígenas reflexionó Guzmán Carriquiry, secretario encargado de la vicepresidencia de la Pontificia Comisión para América Latina, quien recordó que «sangre indígena corre por las venas de buena parte de la población latinoamericana». También subrayó que la urbanización implica formas de desequilibrio y que los campesinos e indígenas «siguen siendo los sectores que más sufren la pobreza y la indigencia en América Latina». El profesor reveló que desde la conmemoración del quinto centenario del descubrimiento de América «se percibe una mayor movilización de las comunidades campesinas y de los movimientos indígenas en la reivindicación de los propios derechos que surge también como protagonismo político». Según Carriquiry, «la especificidad y el dramatismo de la cuestión indígena no se afronta ni se resuelva separándola del destino de los países en los que se plantea, sino incorporándola en un proceso de integración digna, justa y activa en la vida de la ciudadanía, solidaria con muchos otros sectores populares después de un ideal de vida nueva y buena vida para todos». La «idolatría del poder y del dinero, la explotación sin control de las multinacionales, la avidez de la maximización de las ganancias, el mito de la auto-regulación del mercado, la complicidad de una política corrupta, entre otros factores, han dejado devastadas muchas tierras latinoamericana, deforestadas, contaminadas e incluso desertificadas, poniendo en riesgo de esta manera la vida de las comunidades campesinas e indígenas». En este contexto, la Iglesia católica también debe «replantear a fondo su presencia actual en las comunidades campesinas y entre los pueblos indígenas, para volver a impulsar una renovada evangelización y una pastoral creativa, misericordiosa, solidaria y misionera». La jornada por el 25 aniversario de la fundación “Populorum progressio”, que se lleva a cabo antes de la anual reunión de su consejo de administración (que será mañana, 13 de diciembre), al que concederá una audiencia el Papa Francisco, concluye hoy por la tarde con la participación en la misa del Papa en San Pedro, en el día de la Virgen de Guadalupe. 

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