El Papa a Bartolomé: juntos en Bari para pedir la paz en el Medio Oriente

El Papa a Bartolomé: juntos en Bari para pedir la paz en el Medio Oriente

Audiencia al Patriarcado ecuménico de Constantinopla, en la vigilia de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo: «Gracias por haber aceptado inmediatamente mi invitación para encontrarnos el próximo 7 de julio para reflexionar sobre la trágica situación que aflige a tantos hermanos»

El Papa agradeció al patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé, por haber «aceptado inmediatamente» la invitación para participar el próximo 7 de julio en Bari, en compañía de los líderes de las Iglesias y comunidades cristianas del Medio Oriente en el encuentro al que convocó el mismo Francisco «para rezar y reflexionar sobre la trágica situación que aflige a tantos hermanos y hermanas de esa región». En «tantas sociedades que tradicionalmente se decían cristianas», dijo Jorge Mario Bergoglio a la delegación del patriarcado ortodoxo de Constantinopla que recibió hoy por la mañana, a pocas horas de la fiesta de los Santos Pedro y Pablo, se vive un «progresivo ofuscamiento de la fe cristiana», al que no es posible resignarse. 

  

Francisco citó a Bartolomé, cuando, en su reciente visita a Roma, dijo que hay que rechazar «la frase cínica: “No hay alternativa”. Es inaceptable que las formas alternativas de desarrollo y la fuerza de la solidaridad social y de la justicia sean ignoradas y calumniadas. Nuestras Iglesias pueden crear nuevas posibilidades de transformación para nuestro mundo. De hecho, la Iglesia misma es un evento de transformación, de compartir, de amor y apertura. En nuestras Iglesias experimentamos la bendita certeza de que el futuro no pertenece al “tener”, sino al “ser”; no a la “pleonexia”, sino al “compartir”; no al individualismo ni al egoísmo, sino a la comunión y a la solidaridad: no pertenece a la división, sino al amor». 

  

El Papa subrayó que es un consuelo «constatar que esta convergencia de visiones con mi amado hermano Bartolomé se traduce en un concreto trabajo común». «También durante estos últimos meses, el Patriarcado ecuménico y la Iglesia católica han colaborado en iniciativas sobre temas de notable importancia, como la lucha contra las formas modernas de esclavitud, la defensa de la Creación, la búsqueda de la paz. Al respecto –insistió Francisco– agradezco de corazón a Su Santidad Bartolomé por haber aceptado inmediatamente mi invitación a encontrarse conmigo el próximo 7 de julio en Bari, en compañía de los jefes de Iglesias y Comunidades cristianas del Medio Oriente, para rezar y reflexionar sobre la trágica situación que aflige a tantos hermanos y hermanas de esa región». 

  

«Deseo –añadió– que se multipliquen las oportunidades en las que nosotros, los católicos y ortodoxos, en todos niveles, podamos trabajar, rezar juntos, anunciar juntos el único Evangelio de Jesucristo que hemos recibido de la predicación apostólica, para experimentar cada vez más en este camino común la unidad que, por gracia de Dios, ya nos une». 

  

«En muchas sociedades que tradicionalmente se decían cristianas», dijo el Pontífice argentino, «al lado de ejemplos luminosos de fidelidad al Señor Jesucristo, se asiste a un progresivo ofuscamiento de la fe cristiana, que ya no incide en las decisiones de los individuos ni en las decisiones públicas. El desprecio de la dignidad de la persona humana, la idolatría del dinero, la difusión de la violencia, la absolutización de la ciencia y de la técnica, la explotación desconsiderada de los recursos naturales son solamente algunos de los graves signos de una trágica realidad, a la que no podemos resignarnos». 

  

En la vigilia de la fiesta de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, «me llena de alegría encontrarles a ustedes, que vinieron a Roma en representación de Su Santidad el Patriarca ecuménico Bartolomé y del Santo Sínodo, y darles mi más cordial bienvenida», dijo el Papa. «Su presencia en ocasión de las celebraciones en honor de los patronos principales de la Iglesia de Roma es signo del aumento de la comunión que lega a la Iglesia católica con el Patriarcado ecuménico. Hacer memoria de los Apóstoles, de sus enseñanzas y de su testimonio significa recordar las raíces comunes sobre las que se edifican nuestras Iglesias hermanas, pero también tomar conciencia de la común misión al servicio del Evangelio, para generar una humanidad nueva, tendida hacia Dios». 

  

La delegación del Patriarcado ecuménico de Constantinopla llegó ayer a Roma, como cada año, en el marco del tradicional intercambio de Delegaciones en las respectivas fiestas patronales: el 29 de junio en Roma, por San Pedro y San Pablo, y el 30 de noviembre en Estambul, por San Andrés. El grupo estaba guiado por el arzobispo de Telmisos, Job, co-presidente de la Comisión mixta internacional para el diálogo teológico entre la Iglesia católica y la Iglesia ortodoxa, que iba en compañía del obispo Nazianzos Theodoretos y del diácono Alexander Koutsis. 

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