El Papa advierte que la Iglesia no cambió ante el aborto: “Matar niños es perverso”

El Papa advierte que la Iglesia no cambió ante el aborto: “Matar niños es perverso”

Lo dijo al denunciar las "colonizacion" espiritual, cultural e ideológica que no tolera las diferencias, uniforma todo y arrasa con la historia, la tradición y la religión. Tras considerarla una blasfemia, señaló que lleva a pensar que está bien abortar.

Francisco volvió a advertir frente a las "colonizaciones ideológicas", culturales y espirituales que persiguen incluso a los creyentes. El Papa denunció también la perversión del aborto, es decir, "matar a los niños", que antes, opinó, era reconocido como un pecado, mientras ahora parece que "se puede".

La colonización cultural e ideológica no tolera las diferencias y uniforma todo, por lo que acaba persiguiendo incluso a los creyentes. Así lo dijo el Papa Francisco en la homilía de la misa matutina de este martes en la capilla de la Casa Santa Marta, según indicó la Radio Vaticana. El Pontífice reflexionó sobre el martirio de Eleazar, descrito en el libro de los Macabeos, y propuesto en la primera lectura del día.

El Papa indicó que hay tres principales tipos de persecuciones: una persecución solo religiosa, otra político-religiosa y una tercera persecución de tipo puramente "cultural", cuando llega una "nueva cultura que quiere hacer todo nuevo y borrón y cuenta nueva con las tradiciones, la historia e incluso con la religión de un pueblo". Este último tipo de persecución es en la que se encuentra Eleazar, condenado a muerte por su fidelidad a Dios.

Algunos del pueblo, al ver el poder y la magnífica belleza de Antíoco Epífanes, pensaron establecer una alianza para ser modernos, tomaron la iniciativa y fueron a ver al rey, quien les dio la "facultad de introducir las instituciones paganas de las naciones". No las ideas o los dioses, sino las instituciones, insistió Francisco.

De esta manera, el pueblo que había crecido alrededor de la Ley del Señor, deja entrar una nueva cultura, "nuevas instituciones" que hacen borrón y cuenta nueva: "cultura, religión, ley".

"Todo nuevo", la "modernidad" es una verdadera colonización ideológica, subrayó el Papa, que quiere imponer al pueblo de Israel "esta costumbre única", según la cual todo se hace de una manera y no hay libertad para otras cosas. Algunos aceptaron, porque les parecía algo bueno, para ser como los demás, y así abandonaron las tradiciones y el pueblo comenzó a vivir de manera diferente.

Pero, para defender las "verdaderas tradiciones" del pueblo nació una resistencia, como la de Eleazar, hombre digno, muy respetado, y precisamente el Libro de los Macabeos narra la historia de estos mártires, de estos héroes. Una persecución que nació de una colonización ideológica siempre avanza así: destruye, "hace que todo sea igual, no es capaz de tolerar las diferencias".

El Papa propuso a los presentes reflexiones sobre las colonizaciones ideológicas actuales: "Pensemos en los genocidios del siglo pasado, que era una cosa cultural, nueva. Todos iguales, sin sitio para las diferencias, sin sitio para los demás, sin sitio para Dios. Es la raíz perversa. Frente a estas colonizaciones culturales que nacen de la perversidad de una raíz ideológica, Eleazar, él mismo, se hace raíz".

De hecho, observó el Papa, muere pensando en los jóvenes, en dejarles un ejemplo noble, "da la vida, por amor a Dios y a la ley, se vuelve raíz para el futuro". Entonces, ante esa raíz perversa que produce esta colonización ideológica cultural, "está esta otra raíz que da la vida para que crezca el futuro". 

Lo que llegó del reino de Antíoco era una novedad, y no todas las novedades son malas, basta recordar el Evangelio, a Jesús, que es una novedad, pero, advirtió el Papa, hay que saber distinguir: "Hay que discernir las novedades. ¿Esta novedad es del Señor, proviene del Espíritu Santo, proviene de la raíz de Dios o esta novedad proviene de una raíz perversa? Pero, antes sí, era pecado, no se podía matar a los niños; pero ahora se puede, no es tanto un problema, es una novedad perversa. Ayer, las diferencias eran claras, como hizo Dios, se respetaba la Creación; pero hoy somos un poco más modernos… y se hace una mezcla de cosas".

En cambio, la novedad de Dios nunca hace "negociación", sino que hace crecer y ve hacia el futuro: "Las colonizaciones ideológicas y culturales solo ven el presente, reniegan del pasado y no ven hacia el futuro. Viven en el momento, no en el tiempo, y por esto no pueden prometernos nada. Y con esta actitud de volver a todos iguales y cancelar las diferencias, cometen el pecado tan feo de una blasfemia contra el Dios creador. Cada vez que llega una colonización cultural e ideológica se peca contra Dios Creador, porque se pretende cambiar la Creación así como Él la había creado. Y en contra de este hecho que a ha sucedido muchas veces a lo largo de la historia solo hay una medicina: el testimonio, es decir el martirio".

Según el Papa, Eleazar ofrece, efectivamente, testimonio de la vida pensando en la herencia que dejará con su ejemplo: "Yo vivo así. Sí, dialogo con los que piensan diferente, pero mi testimonio es así, según la ley de Dios".

Eleazar no piensa dejar dinero u otra cosa, sino que piensa en el futuro, en la "herencia del propio testimonio", en ese testimonio que habría sido "para los jóvenes una promesa de fecundidad". Se vuelve, pues, raíz para darle la vida a los demás. Y el Papa concluyó esperando que su ejemplo "nos ayude en los momentos tal vez de confusión ante las colonizaciones culturales y espirituales que se nos proponen".

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