El obispo de Posadas pidió evaluar cómo se vive el compromiso cristiano

El obispo de Posadas pidió evaluar cómo se vive el compromiso cristiano

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, pidió a los bautizados evaluar cómo viven su compromiso cristiano. “No podemos vivir cristianamente este tiempo cuaresmal sin cuestionarnos el compromiso que tenemos con nuestros hermanos más pobres y excluidos”, aseguró en su reflexión semanal. 

El obispo de Posadas, monseñor Juan Rubén Martínez, consideró que todos los bautizados deben evaluar cómo viven su compromiso cristiano, “en particular los laicos, que constituyen la gran mayoría del Pueblo de Dios”. 

“Tendrán que examinarse respecto de la dimensión social de su fe y sobre la responsabilidad evangelizadora y humanística vivida especialmente en sus propios ambientes, tanto familiares como laborales. Allí es donde se generan los valores que forman una cultura más justa, honesta y solidaria”, aseguró. 

El prelado manifestó que “sorprende que, en nuestra Patria, donde gran parte de la población se denomina cristiana, haya tantos y tan graves escándalos de corrupción. Este lamentable fenómeno está presente en la dirigencia social, en el mundo de la política, en las empresas y sindicatos, en los medios de comunicación social, en el poder judicial, en la educación y hasta en las mismas estructuras eclesiales”. 

“Sorprende que el Evangelio del que tanto hablamos sea olvidado tan rápidamente cuando se tiene un cargo o un lugar de privilegio. En lugar de aprovechar las oportunidades para servir mejor al pueblo fácilmente dejan ganar su corazón por la soberbia, el poder mal ejercido y la avaricia”, subrayó. 

Monseñor Martínez sostuvo que “al evaluar esto debemos preguntarnos por qué nos pasa esto de una extendida corrupción que se transforma en un flagelo para nuestra sociedad”. 

Tras citar algunas referencias de los Padres de la Iglesia sobre pobreza y riqueza, afirmó: “Lamentablemente seguimos viviendo la inequidad que hace concentrar las riquezas en algunos pocos, y grandes mayorías que sobreviven y están excluidos incluso de los bienes básicos como la alimentación, la salud o la educación”. 

“No podemos vivir cristianamente este tiempo cuaresmal sin cuestionarnos el compromiso que tenemos con nuestros hermanos más pobres y excluidos”, concluyó.

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