. El obispo de la diócesis de Benjamín Aceval, Cándido Cárdenas, opinó con respecto a la denuncia de la excoordinadora de la Pastoral Juvenil de la parroquia de Limpio, Alexandra Torres (20), contra el expárroco Silvestre Olmedo por supuesto acoso sexual, que primero deben hacerse estudios psicológicos, físicos y un careo entre el sacerdote y la denunciante “para determinar el grado de culpabilidad de ambas partes”.
Para Cárdenas, primero se debería de realizar un estudio psíquico y psicológico al presbítero Olmedo para determinar si se encuentra en condiciones para seguir ejerciendo funciones.
“Aquí debe intervenir un profesional médico del área de la psiquiatría para realizar un estudio psíquico para determinar si no tiene trastornos mentales”, señaló el obispo del Bajo Chaco.
Con respecto a la postura del arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela, en un comunicado dirigido a los jóvenes limpeños de “no hacer de una piedrita, una montaña” y en el cual informa que el cura “aceptó reparar el daño moral mediante los ejercicios espirituales”, el obispo Cárdenas expresó que fue tomada dentro del principio y de los fundamentos de la moral cristiana y el Derecho Canónico.
“Aquí deben intervenir la moral y la ética para arreglar el daño sucedido; si la denunciante se sintió lesionada y fue de la forma en que denuncia los hechos, entonces sí hubo un mal”, señaló el religioso.
Solo un “roce”
El abogado del sacerdote Silvestre Olmedo, Luis Barrios, afirmó que la fiscalía tipificó mal el caso, porque no hubo coacción sexual y expresó que “fue solo un roce”.
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